Las mascarillas faciales son ese extra que a veces marca la diferencia en la piel y, aunque no son un producto vital, si las utilizamos de vez en cuando los beneficios se notan. Os hablé de la mascarilla sin aclarado cuando vimos la línea con vitamina C, una maravilla, y también del exfoliante peel & polish o los parches detox, pequeñas maravillas de tratamiento, pero hoy nos vamos a centrar en tres mascarillas que vienen en un formato enorme.

Tienen en común una consistencia bastante gelatinosa, se sienten agradables y frescas sobre la piel. Una vez retiras y aclaras no se nota ningún tipo de tirantez, se siente suavidad y un aspecto bonito. Así que en ese punto función bien. El envase cierra bien, muchísima cantidad y cuenta con una espátula para no andar sobando la mascarilla cada vez que usemos.

Vamos a verlas por separado.

La que más me gusta, no me sorprende porque la línea de vitamina C me agradó mucho, se sienta algo de luz en la piel, aunque al final es un conjunto del tratamiento que estemos utilizando. Me agrada el punto cítrico en el aroma, esa parte sensorial me relaja junto con la textura. Lleva cítricos, ácido ferulónico (antioxidante) y te verde entre otras cosas.

Si soléis tener la piel algo apagada por cansancio, estrés, falta de sueño, etc, creo que os puede gustar, no es un milagro pero ayuda a que la piel se vea más bonita.

Tiene un olor a rosa bastante intenso, lógico porque lleva agua de rosas, entre otras cosas, esta línea es así, si no os gusta ese aspecto descartadla. A mi no me importa pero de las tres es la que menos me ha llamado la atención. Está enfocada para tonificar y refinar la piel, siento hidratación, es algo común en las tres y por eso me quedo con la primera, ese extra de luz es lo que busco.

Iba a deciros que ya he utilizado cosas de la gama Milky pero me doy cuenta de que no están reseñadas, lo haré porque lo merece. Me gusta esa línea porque está enfocada a pieles más sensibles y considero que tiene productos delicados que merecen la pena, al menos dos de ellos. Pero centrándonos en esta mascarilla su función es calmante, contiene avena (un ingrediente que he metido a nivel de cuidado corporal con buen resultado), jojoba, coco, etc. He aplicado una capa gruesa, dejando que actúe para que la piel se “beba” lo que necesite y después ya aclarar. Nos indican diez minutos, como lo hago un poco a ojo quizá haya estado más sin problema.

El envase es enorme para ser una mascarilla, son 300 ml y esa es la única contra que le veo, que es muchísima cantidad para gastar en seis meses, que es su fecha de caducidad. No he sido capaz de terminarlas por ese motivo, imaginad tres envases enormes. Si tenéis opción de compartirlas mucho mejor, si no os recomendaría la que comentaba al principio de este post que es pura maravilla.

Se pueden comprar en Lookfantastic, Asos o en la página de Pixi.

¿Habéis utilizado alguna de las tres? ¿Cuál os encajaría mejor?