Es la primera reseña en condiciones que hago sobre una crema de manos, así que por algo será ¿no?
Me cuesta utilizar crema para las manos, es una de mis asignaturas pendientes. Me incomoda muchísimo la sensación de tener algo en ellas, así que normalmente me la aplicaba cuando me iba a la cama o algún rato de estos muertos en que te pones a ver la televisión, con la pega de que si después iba a tocar algo me las lavaba (imaginad con los móviles táctiles que guarrepeteamiento de pantalla). Tampoco había tenido un contacto así “serio” con L’occitane aunque muchísimas veces he estado ojeando la web y tiene cosas realmente tentadoras, sobre todo ahora que sacan cofres o packs regalo, y hasta me he resistido a esa promoción de que el primer pedido es gratis con el código WELCOME.
Pero vamos al lío. La crema de manos cayó en mi poder gracias a uno de esos emails de publicidad que envía la marca de vez en cuando, imprimiendo un cupón te acercabas a una de sus tiendas y te la regalaban (moraleja, si os interesa la marca inscribiros en la web y así podéis aprovechar estas cosillas). Como no tenía ninguna tienda cerca una nena me hizo el favor y así empieza mi desperezamiento con este producto… Por cierto, para las que tengáis a mano Valladolid, en el CC Río shopping hay una tienda 😀
La mía es la crema de manos de Karité, contiene 30 ml pero también hay un formato grande de 150 ml, con un precio de 7 y 19.50 € respectivamente, baratas no son. Pero contiene un 20% de manteca de Karité, tan famoso desde hace tiempo ya que ayuda a prevenir el envejecimiento porque es un regenerador celular natural (tendrá mil propiedades más pero destaco esta). Y sea cierto o no todos los productos que he probado y llevan este componente me han ido bien, sobre todo algunas cremas corporales.
El packaging es de lo más curioso, al igual que su tapón, el producto es tipo una manteca un pelín densa, no es necesaria mucha cantidad para las dos manos, cuando lo empezamos a esparcir se vuelve blanquecino pero en segundos desaparece y el olor no es cargante. Suelo aprovechar para masajear también las cutículas y es sorprendente como antes de cinco minutos la sensación de tener algo en las manos ha desaparecido (a no ser que nos pongamos muchísima), así que el principal problema que tenía y por el que no usaba muy a menudo este tipo de productos desaparece de un plumazo.
No es un producto barato, y tengo miles en la recámara de otras marcas sin empezar, pero si aprovechamos promociones, descuentos o las compramos en packs creo que sale a cuenta por el resultado que da. Cuando se me termine gastaré y gastaré las otras que tengo confiando encontrar alguna que también me agrade, pero tengo claro que en un futuro me reencontraré con este producto porque se ha ganado un “i love it”.
¿Tenéis la misma manía con las cremas de manos? ¿Habéis probado las de L’occitane? ¿Cuáles son vuestras favoritas?
Gracias por dejar vuestra huella : )