A veces sale el sol y necesitas brillar como nunca… brillar y recargarte de energía.
El negro, en este caso satinado, uno de los colores más elegantes por excelencia y si le sumamos multitud de brillantitos, sol primaveral y un cielo azul enorme, brillaremos con luz propia si o si. Uno de esos días en los que te sientes “flex” y así podrás comenzar la semana con las energías al máximo.
En el fondo somos un poco caracoles, o lagartijas, y cuando hay sol todo se hace más llevadero. Hemos pasado meses de días grises, de lluvia, llovizna, frío… y ahora de pronto entra la primavera, ahora de verdad, llegando incluso a 24º. No voy a quejarme del cambio, ni del calor, para mi es la estación perfecta, la temperatura ideal aunque por las noches baje hasta 8º o incluso menos. Adoro que los caminos estén llenos de árboles que han florecido y ese aroma único.
Así que esta semana oficialmente puedo decir ¡hola primavera!
Tacones kilométricos con los que pisar fuerte y un bolso de mano que lo puede cambiar todo. Aquí aporta un toque de color morado, pero en este otro outfit de hace tiempo jugaba a ser informal.
El vestido… sin palabras, los brillantitos, la lazada algo más arriba de la cintura, la caída de la tela sin llevar un vuelo excesivo, el tacto en si… Es maravilloso.
La pulsera como una chispa de esperanza “hope”…
¿Veis lo que os decía del vuelo? discreto, perfecto… Me siento un poco más princesa… Toda elegancia.
Gracias por dejar vuestra huella : )