Que últimamente he dejado un poco de lado los gloss y me es más cómodo utilizar labiales no es ningún secreto, el color es más duradero, los pelos no se suelen pegar en los labios con el aire… Pero llevo un par de semanas cambiando la rutina y la culpa es del Vinyl gloss de Rimmel London.
Sinceramente, mi contacto con los productos de la marca es mínimmo, no pasa de un esmalte de uñas y una máscara de pestaña hace años, me llama la curve pero con el arsenal que tengo en casa me da palo comprar otra más… Pero me sucede lo mismo que con Astor, para mi son marcas de siempre que voy viendo renovadas y de cuando en cuando sacan cosas apetecibles a precios apetecibles.
El tono que tengo es el 220, Bite me. Llegó a mi en plan sorpresa porque no lo esperaba, lo recibí en un paquetito plateado y con una hoja adjunta en la que se me ponen los dientes largos con los kits de maquillaje print animal que han sacado, Tigre y Leopardo, aunque mi sede bronzer está saciada (al menos un poco, nunca es suficiente, jajaja). Junto con estos kits lanzan estos brillos de labios en colores un tanto especiales…
El mío es un tono entre rosa y coral que aun con las partículas brillantes que trae, bastantes más de las que suelo utilizar, queda discreto, al menos en mi que soy morenita. Se presenta como un brillo voluptuoso.
La primera impresión fue de rechazo porque desde la mala experiencia con uno de los gloss de elf por llevar kilos y kilos de purpurina… pero según lo he ido utilizando me gusta, me resulta bastante cómodo.
Tiene cierre de rosca, como es típico más o menos, para evitar fugas, el aplicador es de esponja y huele a chicle ^_^ para una golosa empedernida es un punto importante. Soy bastante pesada siempre con el punto “aroma” pero lo veo importante porque así es más cómodo utilizarlo (me pasa igual con el de Benefit que huele a melocotón).
No es tan pegajoso como otros gloss, digamos que lo normal, al aplicarlo da efecto de labios bonitos, el color se funde perfectamente con el de nuestros labios dando un punto jugoso, y a la vez las partículas de purpurina aportan destellos verdes y amarillos, quizá por eso me guste, porque es diferente a lo que tenía. La purpurina plateada de elf hacía feo, como si los labios quedaran planos, sucios, con este no. Aunque es necesario reaplicar el gloss cada dos o tres horas las partículas permanecen sin ser molestas.
Otro punto que me agrada es que se desmaquilla bien, odio tener que luchar contra la purpurina para que se vaya, en este caso con agua y jabón sin problema. No me ha resecado los labios, aun así suelo aplicarlo sobre una capa de Letibalm o un labial al que quiera dar un punto “efecto plástico”.
El precio ronda los 6 €, como siempre depende de conde lo compréis. Entre los colores disponibles, son seis, me llama la atención el morado, el amarillo me resulta más curioso aun… el resto son rosas y anaranjados o tirando a salmón.
Resumiendo,
+ Efecto natural.
+ Aporta volumen y brillo.
+ Tonos originales.
– Pocos tonos.
¿Lo recomiendo? Si para los amantes de los gloss “shine”, con el resto sería cuestión de probar.
Personalmente, no soy de gloss, cada vez menos, y me gusta que tengan algo más de color, no lo veo mala opción aunque reconozco que son más tentadores los de Essence, por ejemplo, pero también es cierto que no huelen así de bien.
Este producto ha sido enviado por la marca/representante/web para probarlo, hago la reseña de forma libre y totalmente sincera esperando que os sirva.
Gracias por dejar vuestra huella : )