No soy una it girl ni pretendería serlo. Mi estilo es un tanto camaleónico, personal, distinto… me gusta jugar con combinaciones, modas pasajeras y las que se quedan, o las que hago que se queden porque me gusta. También me gusta jugar con el pelo, igual que con el maquillaje y hasta con la cara lavada. Me gusta ser yo, en esencia, lo más puramente yo posible.
Quizá a veces no tengo demasiado que aportar con mis estilismos, tiendo a la comodidad absoluta y me declaro una enamorada de ciertas marcas, entre ellas Desigual, da igual si hace frío, si hace calor tengo un par de camisetas muy especiales de Mona Lisa y algo más colorista, también algún vestido que por si mismo es el verano personificado. En la mayoría de los casos han sido regalos de mi chico, sabe que es mi punto débil. Así que quería aprovechar esta propuesta para combinar unos shorts, aprovechando que tenemos algunos días sueltos en los que molesta hasta la ropa (sufridas olas de calor…) para enseñaros su regalo de este año, y de paso otros más.
En esta ocasión cuento con una dosis de amor perruno. La camiseta de Desigual es de corte nadador a la espalda, tiene trocitos de tela rasgada y doblada, en distintas texturas, una de algodón y otra una especie de raso o tul, pero es cómoda y muy fresquita. Mi talla es una S, no queda pegada, algo suelta, pero a la cintura lleva una lazada que hace que quede más “recogida”, más pegada a esa parte del cuerpo.
Los shorts tienen historia… los compré en año pasado en unas rebajas en Mango y hasta este día no los había estrenado. Llevan un detalle de estrellas en vaquero que fue lo que me llamó la atención de ellos. Aunque quizá no os lo imaginéis, me cuesta enseñar tanto las piernas.
Las sandalias son de una de mis marcas fetiche, Porronet, todas en piel, comodísimas y llevan conmigo al menos tres veranos, sumándole todo el trote que le doy, a estas y otras que me compré a la vez. Soy muy impulsiva cuando algo me gusta.
Pulseras variadas, regalo de mi hermano y mi cuñada junto con los pendientes, de una tienda local que tiene auténticas monerías a precios bastante asequibles. El baúl de Mamá, se que hay varias tiendas por todo el país.
El detalle que os comentaba de la lazada a la cintura y también de las estrellas. Abajo uno de los pendientes y mis trenzas… lo que cambia la apariencia con este peinado…
Y el collar, de una especie de nácares, de la misma tienda local que os comenté, en este caso regalo de mi madre. Aproveché dos gomas que tenía de una de las liquidaciones que hace Mercadona para “cerrar” bien las trenzas, me gusta, queda simpático, aunque a la vez bastante infantil.
¡Y eso es todo!
Espero que disfrutéis del fin de semana.
¡Gracias!
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