Septiembre, amado y odiado a partes iguales…
Septiembre es muy simbólico, reencuentros, reinicios, nuevos proyectos, aniversario del blog (tres años ya que se dice pronto), los días más cortos, el sol más tímido, el fresco que ataca de nuevo, los últimos coletazos de sandalias y tirantes, las puestas de sol más bonitas con un pincel de colores en el cielo muy particular. Dentro de poco en la zona en que vivo llegará el cambio de armario y con ello dejaré en el olvido algunas de mis prendas favoritas para los meses de calor, favoritas o especiales como es el caso de la camiseta de Desigual que protagoniza el outfit de hoy y que ya os había mostrado en otra ocasión con un punto más formal.
Vuelvo a los vaqueros en todas sus variantes textiles y cromáticas, a los complementos divertidos que se resisten a quedarse en la caja de Pandora, la comodidad, el sorber cada minuto de luz solar para que el aumento de horas de oscuridad no nos suma en “aplatanamiento”.
El corte de la camiseta me gusta mucho, tengo otras del estilo, ceñidas al pecho y vuelo en el resto, además los tirantes y la lazada bajo el pecho lo hacen elegante. Los colores vivos jugando con el blanco me contagian de positivismo.
Las pulseras de fiesta de colores ya os las había mostrado, la de estrellas me la hizo Paula, la de calaveras también la habéis visto en otra ocasión. Estrené la de Esther del Águila que ha sido un regalo, muy original y artesana, hay que limpiarla con una pequeña bayeta que trae en su bolsita.
Sigo buscando la comodidad y disfrutando de calzado plano, dedos al aire, los últimos días que se pueda.
¿A ver esas sonrisas?
Y a vosotros ¿qué os gusta y qué os disgusta de septiembre?
¡Gracias!
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