Mojamos el disco de algodón con el alcohol y limpiamos la superficie de la taza, también podemos borrar con ello si nos confundimos. Vamos a ir dibujando, a mano alzada o utilizando una plantilla (yo siempre lo hice a mano aunque con plantilla el resultado es mucho mejor) el motivo que hayamos elegido.
Una vez que estamos seguros del diseño dejamos que la tinta se seque, yo lo que suelo hacer es hornearlas el día después. Metemos la taza en el horno durante 30-45 minutos a 180º o un poquito más, no es necesario precalentar, si lo dejamos más tiempo tampoco pasa nada. Pero es importante que no hagamos un cambio brusco de temperatura, así que siempre dejé que las tazas se enfríen dentro del horno, no las saco ni lo abro.
Podemos dibujarlas por las dos caras, a ser posible evitando el borde superior porque con el uso podría desgastarse. Se supone que podrían incluso lavarse en el lavavajillas pero no hemos arriesgado. Todas las que vais a ver han sido para regalar, de ellas hay una que tiene una de las caras casi borrada, el resto están bien.