En la caja de enero encontramos viejos conocidos, disfrutó e ignoró, aunque no a partes iguales. Esos ojitos marrones enmarcados, delatadores, sus orejas expresivas, lo dicen todo según saco las cosas, las olfatea e intenta hincarlas el diente.
El friegasuelos de Sanidog lo habíamos probado en otra versión, esta es la de elixir de primavera y tiene un aroma muy agradable, más suave que el otro. Como el suelo de casa es de parqué lo utilizo en pocas zonas y me cunde muchísimo, es un litro por 4.50 €. También repetimos con los premios de pollo y manzana que le vuelven loco, y con el hueso para la higiene bucal de Greenies (2.95 € y 2.40 € respectivamente).
El alimento húmedo le chifla, se lo mezclo como siempre con su pienso habitual y esta tarrina de Almo nature le dio para cuatro veces. Lleva carne, pollo, patatas… es visto y no visto (1.80 €). Y la tarrina de alimento seco de Lolacool, la versión energy god (el caso de 10 kg 22.00 €) otro tanto de lo mismo, le cambias de pienso y es feliz.
La sorpresa fue que la pelota que venía no le llamó demasiado la atención, estaba tan atento a la comida todo el rato que no la hacía ni caso y cada vez que se la enseñaba giraba la cabeza como diciendo “paso de jugar”. Alguna que otra mañana antes de salir de paseo si recurre a ella. Posiblemente se la lleve a Golfo que le encantan las pelotas que tienen relieves (3.50 €).