Da muchísimo de si, la textura es ligera, se funde muy bien con la piel y no hace falta tomar mucha cantidad. Lo ideal es aplicarla con un masaje, insistiendo en los puntos dolorosos, entre dos y tres veces al día. La sensación de calor que proporciona es muy agradable, por lo que hay que lavarse bien las manos tras su uso. A nivel persona. también me gusta el olor que tiene, a plantitas.
Como señalaba, me gusta mucho la composición que tiene, entre otras cosas:
– árnica va muy bien para golpes, distensiones, rozaduras y hasta lumbago (aunque existe una versión que aporta mucho más calor para este tipo de cosas y es la R60). Casi todas las pomadas buenas para golpes y dolores tienen este componente, aunque el famoso bálsamo de Tigre, por ejemplo, no y en su lugar lleva parafinas, razón por la que no me termina de convencer.
– belladonna, aunque esta planta tiene muchísimos usos en este caso sirve como analgésico natural a nivel muscular, ayuda a que la zona se relaje. Este efecto lo veo muy interesante unido al calor que proporciona la crema en general.
– echinacea, o equinacea, siempre la he conocido porque ayuda a que las defensas suban algo más y se utiliza mucho en jarabes y comprimidos de cara al otoño e invierno, es como un antibiótico natural. Pero en este caso, para uso externo, se utilizar por sus propiedades antiinflamatorias para los músculos y tendones.
– caléndula, el aceite se usa mucho para problemas de la piel, en la R30 se hace a nivel antiinflamatorio. Como apunte curioso, también es una planta antiséptica, aunque en este caso no se puede aplicar sobre heridas como veremos después que indica la crema.
– hipérico, la famosa hierba de San Juan, aunque a nivel interno se utiliza mucho como antidepresivo, por las propiedades sedantes, a nivel externo es también inflamatorio y ayuda a la regeneración celular.
– hamamelis, ayuda mucho en el cuidado de la piel, es otra planta antiinflamatoria que ayuda a mejorar la circulación de la zona, disminuir el dolor, incluso comentan que disminuye el color azulado de los moratones. Este punto lo veo interesante en el caso de haber sufrido una caída, muchas veces nos alarma más el moratón que encontramos que el dolor en si que vamos a tener durante un tiempo.
Quizá se me haya ido un poco de las manos desgranar la composición, no soy una obsesa de los ingredientes pero ciertas plantas naturales ya me son familiares y me gusta encontrarlas por los beneficios que conozco de ellas.
Como pomada que es nada más está indicada para uso externo, como indica en el envase no sobre heridas, personas que tengan sensibilidad al árnica, embarazadas, etc. Si va a estar en contacto con la ropa la zona es mejor que os pongáis algo que no os importe que se manche o que retiréis el sobrante con un pañuelo de papel, al ser ligera y fundirse en una especie de aceite puede dejar manchas (que se van con los lavados, pero quien sabe si sobre algún tejido no).