Partimos de que con los tintes o solares con color tengo una relación de amor odio, me gustan porque es un dos en uno y da comodidad pero a la vez no me agrada que el tono rara vez coincida con el color de tu piel en ese momento. Está formulado con una serie de partículas que son las que dan color y promete no ensuciar los poros, doy fe de ello porque con el uso continuado no he visto diferencia en ellos, tampoco me han salido granitos aunque no sea especialmente matificante.
Hay que aplicar muy poca cantidad, si nos pasamos sube el tono muchísimo, y repartirla bien para conseguir un tono uniforme, con el paso de las horas no se queda a parches aunque si van apareciendo los brillos normales de mi piel y tengo que retocar. Como el tono me queda algo subido lo soluciono sellándolo con los compactos que utilice habitualmente, igual que hago para los retoques y el efecto que consigo es muy natural.
Si buscáis cobertura no es vuestro producto, pero si queréis proteger la piel, dando un ligero toque de color y con un acabado natural a la vez que sin resecar creo que os gustará. Los días que no me apetece maquillarme es un buen combo junto al corrector de ojeras.
A nivel de los ingredientes destaco el aloe vera, aunque se me ha quedado un poco cara de poker viendo que el yogur lo lleva en última posición. En la caja del producto se indica claramente lo que lleva y lo que no, como es el caso de que no contiene siliconas, parabenos… aunque si fragancias, por ejemplo, y el 61.6% del contenido es natural.