El corrector de Avril
Está disponible en tres tonos: nude, porcelana y dorado, fallo mío al pensar que el dorado sería oscuro y el nude se fundiría bien con la piel, me queda algo claro aunque no llamativo y le puedo sacar partido. Diría que es un tono más suave que el medio, tendría que tener el dorado para comparar y poder ser más concreta.
A la hora de aplicarlo me gusta hacerlo con el dedo porque es la manera en que noto que se funde mejor, a pequeños toques, con la temperatura del cuerpo se va fundiendo, con pincel queda un efecto algo más seco. El “pero” que le pongo es por la pigmentación que tengo en las ojeras y los pliegues de esta misma zona es que se me queda corto en cobertura (lo he aplicado sobre el tatuaje para que os hagáis mejor una idea) y si no tengo mucho tiento suele acumularse, efecto que no me gusta nada. Lo veo bien para chicas que no tengan ninguno de esos dos problemas porque se trabaja bien y es ligero.
Tiene un aroma muy suave y agradable que no molesta en los ojos, contiene 2.5 gramos, cuenta con certificado ecocert y una caducidad de 12 meses. Su precio varía entre los 6.00 – 7.00 € dependiendo de descuentos y promociones.
Iluminador natural highlighting powder de Benecos
De entrada puede parecer demasiado plateado, y eso asusta en pieles que son más morenas, la textura es tan sedosa y fina que se funde con la piel sin quedar llamativo. Aunque si queda cierto punto plateado, es decir, las partículas se notan pero no son excesivas, por lo que creo que queda bonito más o menos en cualquier tono de piel.
Me gusta aplicarlo con algún pincel de pelo largo y suelto sobre la parte alta del pómulo o para aportar un toque de luz en los coloretes mate. Contiene 9 gramos, cuenta con certificado BDIH y su precio ronda los 7.00-8.00 € euros, por lo que le veo buena relación calidad-precio.
Podéis ver el efecto que os comento en uno de los maquillajes que realicé con la paleta The nudes de Maybelline.