Cuando tuve que comprar calzado para mi niño tiré de cabeza a por Mayoral, una marca de toda la vida que me inspiraba confianza y que con el uso me ha demostrado que tiene una relación calidad-precio muy buena. Todo el calzado que ha tenido mi niño de la marca ha cumplido su función, hasta las últimas botas han aguantado el “potreo” que se trae y aunque están peladas en la punta, lógico, no se han roto, las hemos retirado porque eran de invierno y ya no hace tanto frío como para llevar calzado de pelo por dentro. Así que también hemos comprado ropa de la marca y seguimos confiando en ella.
Donde vivo hay una tienda que presume vender marcas nacionales de calidad, se llama De Niños, no me voy a cortar un pelo en decirlo aunque no os especificaré de donde soy. Recibimos muchos regalos cuando el cachorro nació y los conjuntos de ropa nos dieron buen resultado así que a la hora de hacernos con unas botitas no dudé en ir a la tienda para probarle al niño y mi fallo, mi gran fallo, fue dejarme aconsejar por la dueña de la tienda. Me recomendó a ojos cerrados las botitas grises que vais a ver en varias fotos porque eran de muy buena calidad, que eran totalmente de piel y hasta me hizo el inciso de que eran mejores que las de Mayoral porque Mayoral no es piel, es material y la marca Caminito shoes era superior, por así decirlo. Se las probamos, me parecieron muy blanditas, calientes y cómodas y accedí a pagar 26.90 €.
Se las pusimos una vez, podéis imaginar mi cara, todo un poema, al ver que se habían roto cerca de la lengueta con una puesta, una puesta de un niño de meses que ni hace intentos de caminar y lleva más o menos los zapatos de adorno. Pensé que eso no era normal y me acerqué a la tienda para explicarle que no era lógico que con una vez que se las había puesto estaban rotas ahí y por lo que veía esa “grieta” se seguiría haciendo mayor. ¿Su respuesta? que ella no se hacía cargo, que veía que estaba roto ahí pero que no podía hacer nada, ni ella ni la marca. Que se las pusiera hasta que se rompieran del todo.
¿¿¿Hola??? Repliqué, no iba a ponerle al niño calzado roto cuando no se había estropeado con el uso, que no era normal que no me diera una solución y que además ella había sido la que me había recomendado la marca. ¡Menuda recomendación! Salí de la tienda con las ideas muy claras, de mi esa señora no volvería a ver ni un céntimo, además tenía que escribir a la marca para mostrar mi descontento con su calzado defectuoso y el trato que me habían dado en la tienda, porque (ilusa de mi) pensé que a una marca no le debe gustar que den ese trato a sus clientes porque repercute directamente en la marca en cuestión.
El calzado era del número 18, mi hijo lleva tiempo utilizando el 19 y sigo esperando respuesta a mi correo electrónico… En su día subí un mini vídeo con mi cabreo a Instagram (que también compartí en otras redes sociales) y la mayoría de la gente me decía que se veía claramente que estaba defectuoso. Me animaban a escribir a la marca, como hice, y que seguro me daban una solución. Pues aquí estoy, con mi cabreo arrastrado y con las botitas rotas como recuerdo porque nadie se ha dignado a decirme que hacer con ello.
Que al buscar en google Caminito Shoes aparezca la leyenda de calzado infantil de alta calidad me parece un pitorreo visto lo visto. También podéis imaginar la sorpresa al ver que la marca hace calzado juvenil y también para señora o caballero, si el resultado con un bebé ha sido el que os muestro no quiero imaginar con el uso de una persona más mayor.
Esas botas están rasgadas por un estirón, un mal uso por su parte a la hora de ponerle el zapato a su bebé. Esos zapatos no salieron así de fábrica, porque tenemos un punto de control de calidad y dudo que en el remoto caso que se hubieran servido así, una tienda los hubiera vendido al público.
Cuando usted escribe, debería contar toda la historia completa y añadir en su post que usted acudió a la tienda de donde le regalaron los zapatos a los 3-4 meses de habérselos llevado y ya en su momento la dueña le dijo que ese esgarrón no era del zapato, sino que había sido por un estirón. De hecho, la chica lo vió tan claro que ni tan siquiera nos dijo nada a nosotros como marca, porque no lo consideró un defecto del zapato. Lo primero que hicimos ayer tras ver su publicación fue contrastar la información con la tienda, obviamente.
Diga en todo caso que no ha recibido la contestación que usted esperaba, que quizá era que le dieran unos zapatos nuevos para la siguiente temporada, nose. Pero contestación recibió por parte de la tienda, y ahora la recibe por nuestra parte también.
No obstante y para asegurarnos bien, hemos enviado las fotografías a dos institutos diferentes de ensayos para calzado. Uno que nos hace los ensayos de químicos, despegues, resistencia, etc… Y el otro es del proveedor de las pieles. Siento decirle que en ambos casos han coincidido en que esa rotura no está producida por defecto del zapato, sino que es por un mal uso del mismo.
Le ponemos en conocimiento de que hemos pasado el tema a nuestro departamento legal, para tomar las medidas oportunas que correspondan.
Sin otro particular, reciba un cordial saludo y que tenga un buen día.