Hace tiempo os dejé unas cuantas reflexiones sobre el famoso decluttering, el palabro se las trae pero no deja de ser otra cosa que hacer limpieza. Tras hacer un barrido tras otro en mi colección de maquillaje me he decidido, por fin, a sumarme a una iniciativa que he visto a muchas chicas, entre ellas a Marina.
Pero ¿qué es el Proyecto Pan o Project Pan? Tan sencillo como marcarnos como objetivo terminar ciertas cosas o al menos tocar fondo en ellas. Podemos elegir lo que gustemos, maquillaje, cuidado facial, capilar, corporal. El caso es gastar y hacer hueco. Como en realidad no hay normas puede ser anual, semestral, trimestral… El mío será anual.
Aunque con matices, no me voy a obligar a terminar algo que odio o no me funciona porque simplemente lo regalo o lo tiro, no vais a ver cosas que no me gustan o no me funcionan. La idea es utilizar cosas que me gustan, sacarles partido y poner fin para poder descubrir o disfrutar de otras que me gustan o estén por llegar. He dejado de lado añadir sombras de ojos o coloretes, suele ser algo con lo que varío mucho y aunque los roto, cada semana intento sacar y redescubrir los tonos que tengo en el cajón, no me gustaría cerrarme en una paleta y olvidar el resto.
¿Cuáles han sido mis elegidos y porqué?
Base double wear light de Estee Lauder, mi base favorita de todos los tiempos. Me ha acompañado en bodas, bautizos, en celebraciones familiares, en escapadas, reuniones, y siempre ha dado la nota. Adoro el acabado que deja en la piel, como fotografía, como se comporta, pero ya lleva mucho tiempo abierta y me darían los siete males si se estropea. Como en envase es opaco no veo a ciencia cierta lo que tiene pero creo que sea poco por lo que pesa ya. Voy a disfrutar hasta la última gota porque tengo otra, de otra marca, en la recámara que pisa fuerte para hacerle la competencia.
Base fit me matte + poreless de Maybelline, la usé sin descanso hasta que se me empezó a quedar algo oscura cuando nos metimos de lleno en el invierno. Por el precio que tiene ha sido una alternativa estupenda, incluso me planteo repetir aunque el gusanillo de probar otras nuevas no deje de llamar a la puerta. Esperaré a que entre la primavera y el sol para retomarla y darle fin.
Corrector fit me de Maybelline, me gusta mucho pero en el tema tonos está limitado. Tengo el 20 que se supone que es algo más oscuro pero cuando llega el calor y me da algo el sol desentona un poco. Lo que puedo ver cuando se clarea el envase es que le queda poco, así que quiero disfrutarlo hasta el final para poder seguir con otros.
Corrector dream lumi touch de Maybelline, estaba olvidado en el cajón porque es el tono más claro (ivory), normalmente utilizo polvos para subirle el tono o doy un toque con la base para que se mezcle. Su textura es ligera, hidrata, da luminosidad y lleva aplicador de pincel. Lo tengo a menos de la mitad y es hora de rescatarlo, lo uso en días alternos cuando voy a estar pocas horas maquillada porque su cobertura es muy baja.
Polvos sueltos translúcidos de Deliplus, llevan conmigo desde los inicios de este blog, siguen funcionando bien, son finos, matifican sin acartonar y cunden la vida misma. Están ya mediados, o algo más, se que será imposible terminarlos porque tiro mucho de polvos compactos, pero quiero usarlos más y espero, al menos, bajarlos a la mitad de lo que están. No se si se siguen vendiendo.
Laguna de Nars, mis polvos de sol favoritos, el comodín perfecto, los que uso para ir sobre seguro. Desde que toqué pan en ellos empecé a utilizarlos con miedo para que no se terminaran, pensé en frío y me pareció una tontería enorme. Así que pienso seguir disfrutándolos, tengo otros estupendos en la cajonera a los que también sacar partido, como son los de Galenic, los Chocolate soleil de Too faced o los Terracotta de Guerlain.
Prebase shadow insurance de Too faced, creo que es la tercera vez que repito con ella. Me parece una prebase de sombras buena pero quiero empezar la que tengo de Urban Decay. Se me hace tan eterna que muchas veces me canso de ella (eso de que se regenera por las noches) y la olvido, porque cuando utilizo sombras en crema de larga duración y no estaré muchas horas maquillada es algo de lo que prescindo. Añado un matiz, hay gente a la que se le han separado los componentes, a mi no me ha sucedido nunca.
Iluminador líquido Copacabana de Nars, aquí tengo un montón de sentimientos encontrados. Lo compré hace años porque era tan famoso que tenía que ser mío, una de esas compras sin demasiada cabeza. Cuando lo recibí no me veía demasiado con él, incluso le he dado muestras varias veces a mi amiga Paula (muestrones) porque a ella le encanta. Así que estaba con la idea de hablar de él, por fin, pero meterlo dentro de la sección de cosas que no me gustan. Hasta que he escrito esta entrada han pasado varias semanas (desde que tomé las fotos) en las que tengo estos productos muy a mano y este es el iluminador que uso día si y día también. Me está sorprendiendo como con una chispita de producto consigo un aspecto luminoso en las mejillas que me gusta. Así que lo terminaré con amor aunque ha sido culpable de mucho odio. La idea es terminarlo para hacerme con el Hot sand, lo veo más acorde a mi tono de piel, Copacabana es demasiado “blanco” y me encaja más en pieles claras.
Lápiz de cejas de Catrice, ¿cuántas veces ha aparecido? Sigo pensando que es un buen producto pero ahora hay muchísimas alternativas que quiero probar. Así que lo terminaré para después seguir disfrutando de los que tengo de Beter, más tarde, quizá, lanzarme con Nabla o quien sabe que.
Sombras en crema:
Tengo demasiadas sombras en crema, a veces me espanta pensar que se puedan estropear y en algunas de ellas empieza a hacer mella el paso del tiempo, se encogen un poco dentro del envase. Así que he decidido utilizar todo lo que pueda estas tres, lo que no quita para que de caña a otros tonos cuando el maquillaje lo merezca, lo importante es meter algo en crema bajo las sombras.
– Color tatto de Maybelline en el tono 98 creamy beige, sobre el párpado este marrón sutil apenas se nota y es ideal para que cualquier color que aplique se vea más fuerte. Incluso lo uso con morados.
– Paint pot de Mac en el tono constructivist e indianwood, sin mis favoritos, para marronces y dorados quedan ideal, incluso solos. Así que moriría de pena si se llegaran a secar. Los he puesto más a mano para darles una “muerta digna”.
Labial de elf en el tono pouty petal, al final son los tonos más sencillos los que se quedan en el bolso y cuando me doy cuenta están casi en las últimas. Me pasó con el Mauve tabloid de Bourjois, con ese efecto bonito de labio mordido que tiraba un poco a morado, y ahora con este otro de Elf. Para lo poco que queda quiero terminarlo. No he añadido más labiales, la idea, como os decía al principio, es rotar, pero lo que si quiero utilizar más son los perfiladores.
Intense lipgloss de Illamasqua en el tono Belladonna, uno de los rosas más bonitos que tengo y huele… es una delicia. Por eso mismo quiero terminarlo, además he descubierto que la edad no perdona, ¡madre mía! No me pasaba antes pero ahora se me chorrea por los pliegues del labio y tengo que usarlo con perfilador. El color es super intenso y con una pasada cubre, y dura. Lo único pero es que se te pega el pelo, así que es un fijo para los días que lo llevo algo recogido.
¿Os animáis a terminar cosas y disfrutarlas?