Lancome relanzó teint idole ultra añadiéndole el “wear”, una base de maquillaje que ya prometía durar 24 horas para conseguir un buen acabado durante todo el día, sin tener que estar con miedo a realizar retoques, manteniendo una sensación confortable sobre la piel, de acabado mate pero sin efecto empolvado. Siempre que hablamos de bases mate existe el miedo a sentir pesadez, verse un poco apagada y encontrarnos con una textura densa que cuesta repartir.
Empezamos por el envase, contiene 30 ml y es de cristal, sencillo a la par que elegante, cuenta con dispensador y la textura es bastante ligera. Primer punto a favor, tiene una cobertura media pero a la vez se trabaja muy bien, me gusta repartirla por zonas y rápido, aunque no tengo ese miedo, que a veces se tiene, de que seque muy rápido y quede como a parcherones. La he aplicado con los dedos, con brocha, con una esponja y siempre el resultado ha sido bueno, es cierto que con la esponja restamos algo más de cobertura pero el acabado es más bonito, para mi gusto, aunque con las otras dos alternativas también conseguimos un efecto bonito.
En las fotografías que os muestro está aplicada con esponja, podéis ver que se rebaja un poco la cobertura pero unifica muy bien, no he notado que marque los poros más de lo que se me marcan habitualmente (que le voy a hacer si los tengo dilatados). También veo factible aplicar otra capa más si notamos que en alguna zona necesitamos un “extra”. Por cierto, mi tono es el 03 beige diaphane.
Otras compañeras tienen experiencias dispares con la base de la que os hablo hoy, Lou de Mymakeupcompulsion es una enamorada del formato cushion, pero el fluido se le oxida lo que no está escrito. Y a Mª del Mar, de mi tocador, le va de maravilla, fue culpable de que se me metiera entre ceja y ceja probarla (enlazo las reseñas de ambas).