Las tres que más he utilizado son sheer sand, para iluminar el arco de la ceja, tiene un ligero punto satinado que aporta luz pero no destellos ni partículas raras, así que me gusta, se integra bien; deep taupe para marcar la uve externa y la cuenca, dar profundidad, es en la que más he notado que con el uso la pigmentación sube; y soft brown para difuminar cortes. Las tres las metería dentro de las mate junto con rose day, pero esta última en mi apenas se aprecia. Considero un acierto incluir esos tonos básicos que sirven de base en cualquier maquillaje, culpables de que siempre utilice esta paleta con la que os mostraré después.
La sombra más complicada de trabajar por las partículas tan grandes que tiene es metal mauve, sobre el pan es bonita pero se deshace demasiado y se volatiliza. Siempre que la uso se monta la fiesta del brillo en mi rostro. Es la sombra que más me ha decepcionado de ambas paletas.
Después encontraríamos tonos satinados-perlados que aumentan la pigmentación con una buena base, petal es muy discreta, antique rose también; metallic rose es algo más especial porque juega con dos tonalidades, aunque sobre el párpado no termina de destacar; y foiled bronze queda bonita.
De las tres que restan en tonos amarronados, última fila, bronze gleam va muy bien para crear ahumados, las otras dos para profundidad o similar. Si es cierto que se funden entre ellas y se difuminan bien, tanto que hay que tener cuidado de no excederse con el pincel porque casi desaparecen.
Jugamos con perlados que rozan el blanco, anaranjados, rosados, marrones y un dorado. Son gamas cromáticas con las que me siento cómoda y es fácil sacar maquillajes rápidos para diario, basta con aplicar sombras básicas mate y dar un toque encima, en el centro, con alguna de estas satinadas o varias.
Los tonos vanilla glizt, nude lustre o pink lustre me gustan para llevar sin más con un delineado bien marcado, dan mucha luz, insisto una vez más en la importancia de aplicar una base en color debajo, para este fin lo hago con una sombra en crema blanquecina, si no lo hacemos se van perdiendo con el paso de las horas.
Después nos encontramos vintage gold, un dorado muy bonito que sienta de lujo sobre base marrón, y gold foil, una de las sombras más especiales de la paleta, un amarillo que tira a dorado y queda precioso combinando con naranjas.
Hablando de anaranjados, con ese tinte y marrón tenemos el resto de sombras: brilliant bronze, 3D peach, auburn blaze y copper penny, siendo la penúltima la más pigmentada. Aunque contienen trocitos algunas de ellas se trabajan de forma sedosa y no he tenido el problema de la sombra de la otra paleta que se deshacía.
Las tres de la última fila son un marrón potente, cocoa glaze, y dos bronces con distintos matices, chesnut glimmer y antique bronze.
Existe otra “mixed metals” que juega con sombras metalizadas de la que no os puedo hablar. Con las paletas venían tres pinceles de ojos que me han parecido de buena calidad, son bastante suaves, toman bien el producto y lo integran correctamente. El pincel más grande tiene el pelo bastante suelto, me gusta para aplicar sombra en el arco de la ceja pero también productos en crema e incluso para integrar el corrector en la zona de la ojera. El de punta de boli marca correctamente la zona de la cuenca e incluso podemos llevarlo a la parte inferior, y el que es plano, para aplicar sombra, tiene buen tamaño para trabajar también a ras de las pestañas inferiores, aunque quizá este plano sea el que menos destaque de los tres.