El contacto que tenía con Peggy Sage se ceñía a algunas sombras y al fijador de cejas, que me gustó mucho, todo ello lo había comprado en el Salón del look internacional puesto que no es una marca que tenga a mano.
Ahora he tenido la oportunidad de probar algunos esmaltes muy especiales, porque es cierto que en colores más lisos igual nos da “pereza” invertir pero cuando se trata de efectos holográficos, metalizados, etc, la cosa cambia. Gracias a Ladybelleza (la web como tal no existe, ahora es ilovemakeup) puedo compartir impresiones y enseñaros como quedan, hablaros de su duración y alguna cuestión más. Además, ahora mismo la marca Peggy Sage tiene un 10% de descuento, on line creo que es la única web (o de las pocas) en la que podemos comprar la marca.
Los esmaltes holográficos me pierden, es de los pocos acabados que me gusta llevar de forma limpia, lisos, porque los matices, las partículas, la gama de colorido que encontramos es fantástica. Como cambia el tono en tantos destellos dependiendo de la luz que nos de directamente, y me confieso un tanto narcisista cuando utilizo este tipo de esmaltes, no puedo parar de mirarme las uñas buscando esas partículas brillantes, aflora la urraca que llevo dentro.
El primer tono que os presento es mauve fairy 207, con matices rosados y violetas, jugando en los reflejos con destellos azulados, rojizos… La textura es algo espesa pero con una capa generosa, o dos más escurridas, tenemos una cobertura estupenda. En varios ocasiones me han comentado que los holográficos son preciosos pero no duran casi nada puestos en las uñas. Utilizando la base 002 de Mavala y un buen top coat he conseguido que permanezcan intactos cuatro o cinco días, todo un logro.
A la hora de retirar el esmalte de la uña no está debilitada y no he tenido problema de que se tiñera, tampoco el borde de los dedos. Encontramos seis tonos distintos.
El segundo tono de los holográficos que tengo es el 208 green ilusion, un verde muy especial con partículas que tiran más al dorado aunque sin perder la chispa rojiza, morada o rosada. Quizá más complicado de fotografiar porque corremos el peligro de verlo incluso plateado cuando no es así. La duración nuevamente es fantástica.
Con los magnéticos tuve un primer contacto en navidades y me sorprendí, así que me moría de ganas por seguir probando otras marcas. Beyond violet 3004 es un esmalte magnético de tonos morados, en mi caso venía con un imán de regalo (estar al día de las promociones de la web porque muchas veces son la mar de interesantes) con rayas diagonales. De este acabado hay seis tonos disponibles y tres imanes.
La textura es mucho más ligera que la de los holográficos, aunque en ambos casos el cepillo es correcto, de dos pasadas cubriríamos todo el área de la uña. Hay que tener en cuenta que el imán será más efectivo cuanto más rápido lo coloquemos cerca del esmalte reciente, por lo que en la velocidad está el truco. Quedarán unos matices claros y oscuros muy bonitos.
La duración vuelve a ser muy buena teniendo en cuenta la base y el top coat como os comentaba antes. A la hora de retirarlo de las uñas vuelve a ser fácil, no las tiñe, no hay problemas.
¿Dónde comprar?
Me consta que en algunas tiendas físicas venden la marca.
On line ya os comento que en Ladybelleza, los holográficos y los magnéticos.
¿Habéis probado esmaltes de Peggy Sage? ¿Con qué acabado os quedaríais?
Este producto ha sido enviado por la marca/representante/web para probarlo, hago la reseña de forma libre y totalmente sincera esperando que os sirva.
¡Gracias!
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