Aun tengo pendiente comentaros cual es mi rutina facial, lo más completo que os expliqué fue referente al sistema 3 pasos de Clinique, pero la verdad que en mayo dejé estar la hidratante de esa gama para empezar a utilizar la hidratante personalizada de Cremology. Hasta entonces había visto y leído multitud de opiniones de todo tipo, había quien hablaba maravillas de la crema, había quien comentaba que no le iba bien, y, sinceramente, lo que más llamaba mi atención era ese punto de que personalizasen algo para cubrir las necesidades de la piel de cada individuo.
Os contaré mis impresiones para resolver algunas dudas.
¿Qué es Cremology? ¿Cómo saben que es más idóneo para nuestra piel? ¿De qué manera lo he utilizado? ¿Qué resultados noto? ¿Y las mascarillas? [coger palomitas porque la entrada es larga]
Cremology cambia el concepto de las cremas faciales ¿para qué conformarnos con una crema si podemos recurrir a la crema que cubre las necesidades que nuestra piel tiene en ese momento? Parten de una crema base, libre de parabenes (tampoco testan en animales), con protección solar (tiene spf15) que está indicada tanto para hombres como para mujeres y a la que se añadirán una serie de activos puros una vez nuestra piel sea analizada, para ser más precisos serán cuatro.
Pero vayamos por partes y centrémonos primero en el análisis y diagnóstico de la piel, que será de donde partamos. Amablemente nos explican el funcionamiento del aparato, nos crean una ficha y comienzan a hacernos unas mediciones. Es necesario llevar la piel totalmente limpia, sin maquillaje, pero tampoco es conveniente realizar la prueba nada más lavarnos el rostro, lo mejor es que hayan pasado unas horas para que nuestra piel esté tal cual es.
El diagnóstico es digital, en la pantalla iremos viendo los trocitos de nuestra piel que son analizados y las variables que después nos desgranarán en papel, explicando los factores analizados y que principios activos cubren nuestras necesidades. Yo sabía que mi piel es grasa, eso no me sorprendió, pero me gustó saber que tal estaba el nivel de hidratación, las arrugas, la elasticidad… todos los factores que se miden y que ahora os resumiré.
Al analizar el sebo/grasa indicaba que es excesivo, tengo la piel muy grasa como os he comentado en muchas ocasiones, aunque marca que la sensibilidad de la misma es baja si es cierto que es un punto que cuido mucho e intento utilizar productos que la mimen. Que una piel sea grasa no quiere decir que puedas añadir lo que sea en ella y le vaya de perlas, es más, hay productos con mucho alcohol que me sientan fatal. La hidratación marca que es aceptable, aunque podemos observar que casi roza la zona baja. Los poros están muy dilatados, en la nariz y las aletas se marcan como quieren, fue realmente curioso ver el tamaño que tenían (mediante el visor) en la pantalla, pero también que estaban limpios, las manchas superficiales son moderadas tirando a leves, es cierto que quitando una rojez no tengo mayores problemas. Las arrugas son finas, si se me marca algo en la frente de fruncir el ceño pero poco más, y la elasticidad es aceptable tirando a buena.
Como os decía si conocía mi piel aunque el tema de la hidratación me ha sorprendido porque nunca se puede descuidar.
Según en análisis consideraron que los principios activos que más me convenían eran: hamamelis, ácido hialurónico, bardana y el concentrado de baba de caracol. De manera que se controlaría la producción de sebo en la piel manteniendo la hidratación optima, ayudando a equilibrar y “luchando” contra las irregularidades.
Los activos se vierten en la crema y viene con una pequeña paleta que podemos utilizar para tomar la cantidad perfecta de la crema si no queremos meter el dedo. Son 50 ml y a mi me han cundido una barbaridad. He utilizado muy poco producto de vez en vez, puesto que aunque podemos aplicarla en el cuello y zona del escote para ese fin suelo destinar las corporales. Durante el primer mes la utilicé mañana y noche, después empezó el calor y la dejé relegada a la noche, utilizando para el día un fluido matificante de Elizabeth Arden. Y sin duda ha sido una combinación fantástica, de este modo me ha durado unos tres meses puesto que cuando escribo la reseña ya lleva tiempo terminada y así puedo dejaros estas impresiones finales.
La textura es ligera, no tanto como un gel, pero se absorbe muy bien (ojo porque si nos pasamos de cantidad cambia la cosa) dejando la piel sin brillos, suave e hidratada. No me han salido granitos, a excepción de alguno puntual por temas hormonales. Tras aplicarla podían pasar 4-5 horas hasta que empezaban a salir algunos brillos, pero nada alarmantes teniendo en cuenta que es verano. A la mañana siguiente tenía la piel perfecta, suave aunque con algo de “grasilla” en la zona de la frente y la nariz, pero no he tenido problemas de descamación. En el verano muchas veces, por el sol y el aire, se me pela un poquito la nariz y lo he evitado. Si tenéis la piel grasa os recomiendo que también la utilicéis enfocada a la noche, para pieles normales y mixtas puede ser fantástica como crema de día, aunque el spf15 se queda corto en verano y hay que aplicar más protección encima.
Con cada crema que compramos contribuimos a que se done una vacuna contra el sarampión, como me gustan este tipo de iniciativas solidarias…
Pero la crema no viene sola, tenemos también un pequeño pack con tres mascarillas hidratantes. Un tubito que lleva los principios y una especie de “máscara” deshidratada sobre la que verterlo. Una vez que mojamos la máscara nos la colocamos sobre el rostro esperando 12-15 minutos. Tiene un olor algo fuerte, así que lo mejor es tumbarse con ella en el rostro para evitar molestias en los “vapores” que suben a los ojos, darnos un ratito de relax, y vamos notando como un pequeño cosquilleo fruto del efecto que tiene sobre nuestra piel. A mi me recomendaron utilizar una cada dos o tres semanas por tener la piel grasa, así que la frecuencia os la indicarán dependiendo de vuestras necesidades.
Una vez transcurrido el tiempo la piel queda muy luminosa (que no brillante) y bastante suave, aunque por manías al cabo de otros 10-15 minutos tengo que lavarme el rostro.
Termino diciendo que a mi si me ha parecido un buen producto, hay muchas personas que dudan cual sería su tipo de piel y lo veo como una oportunidad fantástica para tomar contacto con “como somos”, además de utilizar un producto que se adecua a lo que nuestra piel pide en ese momento. Quizá quien sabe perfectamente el tipo de piel que tiene y sus necesidades podría pasar sin pena ni gloria, seguramente tiene ya un tratamiento definido que le va de perlas, pero creo que la mayoría aun dudan que sería lo más indicado y me parece una buena manera de orientarnos, de conocer y dar a nuestra piel lo que pide en ese momento.
Si os interesa podéis buscar en la web de Cremology los puntos de venta, allí será donde os hagan el diagnóstico y también os entreguen la crema. El precio ronda los 37 € aunque puede variar de unos sitios a otros.
¿Conocíais Cremology? ¿Qué os parece su “innovación”?
No quería cerrar esta entrada sin dar las gracias a Ana Duque por su atención, paciencia y trato, al igual que a la farmacia Ldas. Maestre Martínez que fueron quienes me realizaron el diagnóstico y me prepararon la crema.
Este producto ha sido facilitado por la marca/representante/web para probarlo, hago la reseña de forma libre y totalmente sincera esperando que os sirva.
¡Gracias!
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