Otoño dulce, suave, rosa…
Los primeros coletazos del otoño van con disimulo, aun nos acompañan días de buen tiempo pero sin agobios y aprovecho para estrenar una de las últimas compras, de paso reivindico que pintemos los días grises de color, porque no obligatoriamente el otoño está lleno de ocres y marrones. Aunque este año apunta fuerte el rojo creo que el rosa sutil puede hacerse con un espacio, es un tono discreto que nunca deja de estar de moda, da ese punto lady.
Me quedé prendada en cuanto lo vi, un vestido de tela vaporosa en tono rosa claro, ¿su gracia? la pedrería que adorna la zona del cuello y la cintura ceñida (que no veis por el cinturón que llevo puesto). Una única pega, se arruga con mirarlo y hay que tener cuidado porque se engancha con suma facilidad. En las rebajas de Bershka por 19.99 €. Aunque os digo que la cintura va ceñida queda un tanto soso y opté por este cinturón, lo había comprado el año pasado y aun estaba sin estrenar, en el mercadillo, me gusta porque es ancho y lleva muchas piedrecitas brillantes.
El maquillaje una vez más rápido, discreto y sencillo, cobra protagonismo el labial pinker bell de Catrice, un fucsia con subtono azulado. El bolso da el único punto de color, es un coral fuerte que casi se confunde con rosa.
Ya empiezan a caerse los pétalos de las flores, se nota poco a poco el cambio de estación. En breve estaré pisando las hojas de los árboles, como tanto me gusta…
Para terminar dos fotografías del jardín que veis de fondo, dos detalles bonitos del domingo que buscan sonrisas.
¡Gracias!
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