Muy fan del punto, su calorcito, la comodidad.
Sabes que llega el frío cuanto te puedes poner el vestido de punto con cuello de H&M sin sentir que estás en un horno. Lo habéis visto en más ocasiones y es que es una de mis prendas favoritas, el color camel (o galleta) es fácil de combinar, perfecto para el otoño y el invierno, normalmente lo combino con unos leggins marrones de algodón y con el calzado juego, la propuesta con cuñas o con botas de pelito, entre otras. Quizá la única pega es que el cuello es grande y hay que colocarlo siempre bien con los abrigos para que no quede abultado.
El día era totalmente gris, ni una chispa de sol y las fotografías han quedado un tanto oscuras pero ¡noviembre es así! En el maquillaje opté por una base ligera, un toque de colorete, máscara de pestañas y el up the ump de Mac para darle ese toque de color que me gusta. Aunque no lo muestro elegí uno de mis abrigos de Desigual y el bolso turquesa de Paco Martínez.
Cómodo, calentito y aunque tiene unos años no le han salido las temidas bolas, el cuello permite llevarlo hacia los hombros o subirlo algo más y dejar que caiga en forma de escote.
A los anillos de animales se han unido un gato y un zorrito.
¿También tenéis alguna prenda que hace que retomar el mal tiempo sea más agradable?
¡Gracias!
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