La punta es de fieltro y nos permite hacer distintos tipos de trazado, además pigmenta igual de bien en todos ellos, da igual la posición en que lo utilicemos que la intensidad del trazo es idéntica. El tapón está bastante duro, bien porque así no se seca (me gusta guardar este formato tumbado porque creo que es como mejor se conserva) pero mal porque casi siempre que lo destapo me mancho los dedos, así que cuidado.
El aroma no es fuerte y no molesta en los ojos, seca bastante rápido y tiene un acabado brillante, es un negro muy intenso. Al tener algunos pliegues en el párpado tengo que dar más pasadas de lo normal para que no quede ningún hueco sin cubrir porque el efecto sería feo, en párpados lisos tiene que ser un gustazo. Como con todos los de este formato, a la hora de realizar el rabillo debemos tener más cuidado para ir afinándolo. Si nos confundimos hay remedio pero cuesta retirar del todo el producto con un bastoncillo si no queremos desmaquillar el ojo.
A la hora de retirarlo completamente sale con un bifásico sin problemas, se disuelve, no sale a trozos como me sucedía en su día con los de Mua. Con el paso de las horas no varía el resultado, no se altera. Sobre sombras funciona bien, para delinear sobre pigmentos, por ejemplo, cuesta algo más.