Dentro de los esmaltes de color encontramos tres gamas, los sparkle, los endurecedores y los esmaltes brillo color. Mi tono es el 79. Me llama la atención que tienen protector contra los rayos UV, son esmaltes con un color muy sutil que podemos aplicar a modo de acabado, aunque a mi me ha gustado utilizarlo por si mismo.

En esta ocasión he dado dos capas, con los demás no me ha sido necesario, y el aspecto de uñas sanas, con ese ligero toque rosado, me ha gustado mucho. No apliqué ningún tipo de base ni top coat y permaneció en buen estado durante una semana.

La gama de esmaltes paint glitter sparkle es ideal para las que tenemos el instinto urraca desarrollado, lo que nos gusta un glitter, una purpurina, no está escrito. Para esta gama si he utilizado una base, cuando los esmaltes tienen partículas o se trata de colores intensos lo veo importante para no dañar la superficie de la uña.

El tono 201 red está lleno de partículas rojizas aunque dependiendo de como le de la luz vemos que la base tira a negro o amarronado. Es un color elegante, casi vampírico. El pincel de estos esmaltes es bastante fino, hay que dar varias pasadas para cubrir toda la uña y la fórmula es ligera, tenemos que escurrir bien el pincel. Aplicar una capa muy fina, dejar secar y una segunda, aunque a veces con la primera la uña ya se cubre.

No apliqué top coat para ver la duración real. Una semana después el aspecto de las uñas no es malo, el borde se ha saltado o desgastado y se nota el crecimiento, pero no se descascarilla.

Con el 200 green, un sparkle verde precioso que juega con la luz reflejando tintes azulados, apliqué top coat, quería comparar la diferencia respecto a si lo aplicaba o no. El resultado también fue bueno, el borde de las uñas se saltaba menos.

¿Notáis como cambian los matices dependiendo de la luz?

Terminamos con el quitaesmalte sin acetona, indica que no reseca y que lubrica la cutícula. Para las cutículas soy maniática, no se si las lubricará pero es cierto que no las reseca (como el de Deliplus, que es el mal). Normalmente los que no llevan acetona no me gustan porque cuesta retirar el esmalte, con este no me pasa, cumple su función y no reseca las uñas, incluso está indicado para las uñas acrílicas.

La única pega que le encuentro es que huele bastante fuerte, así que mejor utilizarlo en espacios “abiertos”, tener la opción de ventilar o abrir una ventana. Y el envase es de crital.