La combinación de ropa vaquera me resulta cómoda, la camisa la he arremangado y también anudado por encima del ombligo, me parece una forma divertida de llevarla para darle otro aire que no sea el típico. Debajo una camiseta de tirantes de de corte nadador blanca, un básico, y los shorts de Mango.
Como calzado las zapatillas de flores de Bershka que tanto uso he dado este verano y lo que llevamos de otoño, están más que amortizadas, cuando no me pongo calcetines normales utilizo esa especie de medio media que queda oculta en la zapatilla.
Complementos sencillos donde predomina el plata y también jugando con las amatistas que tanto me gustan.
Corrector de ojeras, polvos compactos, un toque sutil de colorete, máscara de pestañas y labios de un rojizo anaranjado, ¿para qué más? No es pereza, es ir a lo práctico.
Tengo pendientes un par de entradas específicas sobre Tigre, al menos, así que no me he olvidado de su “sección”. Me resulta complicado concentrar en palabras, fotos o vídeo las sensaciones que me despierta, sonrisas, paz… Seguro que me entendéis si tenéis alguna mascota.
Y está claro, al otro lado de la cámara quien me roba las sonrisas : )