El tema de las mascarillas faciales se está volviendo una adicción, ese ratito que rasco a algunos días para darme un extra de mimos y que la piel tanto agradece. De Iroha Nature había probado ya alguna con buen resultado, os hablé de ellas en las mascarillas faciales Vol. 1, así que cuando vi la oportunidad de participar en su iniciativa de Instagram no me lo pensé dos veces. De vez en cuando abren un cupo, que anuncian, para que la gente se apunte y seleccionan a un grupo para que puedan probar cosas.
Recibí cuatro mascarillas faciales en formato tisú y de algodón, todas ellas se adaptan bien a la forma de mi rostro y no se caen aunque nos movamos, es curioso que algunas también llevan una parte para el cuello, la gran zona olvidada muchas veces. En todas ellas se indica que proporcionan un efecto flash, con unas lo he notado más que con otras, como las vamos a ver individualmente os indico. Es un punto que me ha sorprendido, la duración de la sensación que dejan en la piel.
Mascarilla facial antiarrugas con Q10 de Iroha Nature
Nos indican que ayuda a mejorar el aspecto y las líneas de expresión porque mejora la elasticidad y la hidratación de la piel. Sobre las líneas de expresión sabéis que no creo en milagros, sigo pensando que lo mejor para combatir el paso del tiempo es la hidratación correcta, y en ese punto esta mascarilla me ha gustado mucho.
Viene muy impregnada, todas ellas contienen 23 ml, la desplegué sin problema, el tisú es bastante fino y se adaptaba bien al rostro, pero me chorreaba por el cuello de la cantidad de producto que trae y la repartí por esa zona. Así que la siguiente, que es en este formato (sin cuello), la escurrí un poco para evitarlo.
Le saco un aroma con cierto punto floral que lo hace agradable, la dejé actuar 25 minutos aunque con 15 nos indican que es suficiente. Al retirarla noté la piel muy hidratada, con luminosidad y con un efecto de estar más rellena, es con la única que he conseguido eso y por eso se ha convertido en la favorita. Di masajes hasta que se absorbió todo el producto y me fui a dormir. A la mañana siguiente seguía notando la sensación de hidratación, creo que el efecto me duró un par de días.
El exceso de líquido que quedó en el sobre, como me era imposible aplicar más cantidad para no saturar la piel, lo utilicé las dos noches siguientes como sérum de noche.
Mascarilla facial hidratante con Aloe vera de Iroha Nature
La promesa es más simple, hidratación, por lo que la piel se siente más suave, lleva una serie de principios que ayudan a retener la humedad manteniendo así la hidratación. El mismo formato de careta que la anterior, escurrí un poco antes de colocármela y así me resultó más cómodo porque se fijaba igual de bien pero sin gotear. En esta el aroma era algo más herbal, pero igual agradable.
La dejé actuar unos 20 minutos y al retirar cumplía perfectamente lo que promete, la piel se ve más hidratada, suave al tacto y no es pegajosa. Como siempre dejo que se absorba con pequeños masajes y actúa durante toda la noche. Nuevamente utilicé el sobrante a modo de sérum la noche siguiente.
Mascarilla facial regeneradora con Argán de Iroha Nature
Promete ayudar a restaurar la barrera protectora de la piel y nutrirla en profundidad. El formato es de máscara pero también encontramos una banda que cubre parte del cuello, el tejido lo he notado algo más consistente, o quizá sea porque la textura del líquido es más densa, parece una crema ligera, aunque es agradable igualmente y no hay que escurrir ni chorrea. Pensé que al ser en dos partes resultaría incómoda pero es práctica, la tira del cuello cubre nada más hasta la mitad, la parte delantera, de manera que no hay peligro de mancharse el pelo, y todo ello se fija correctamente.
Nuevamente la dejé actuar 20 minutos, al retirar vemos que aun queda sobre la piel muchísimo producto, estuve un rato masajeando, se notaba algo pegajoso pero dejando pasar un rato desaparece y la sensación me recordó a la de aplicar un aceite, no es pringoso pero parece que resbala. Finalmente retiré el exceso con un papel para irme a dormir.
La piel se ve muy hidratada. Creo que es ideal para calmar e hidratar cuando sufrimos a causa del frío, de los contrastes grandes de temperatura (como la calefacción o el aire acondicionado) y, posiblemente, también sea calmante tras la exposición solar. Por la mañana, tras lavar la piel, no se nota sensación de “necesito una hidratante” si o si, no hay tirantez alguna, así que la llevé tal cual. Buena sensación todo el día e incluso me atrevo a decir que al día siguiente notaba esa suavidad.
Mascarilla facial reafirmante con Perla de Iroha Nature
Mismo formato que la anterior y esa variable en la calidad del tejido respecto a las dos primeras. Nos promete prevenir la flacidez mejorando la firmeza y la hidratación, a la par que aporta luminosidad mejorando el tono de las pieles apagadas. ¿El Santo Grial? Porque si daba todo eso sería perfecta.
No creo en los milagros, lo repito siempre, me gusta el nivel de hidratación que consigo y lo bonita que se ve la piel. Me resulta agradable de utilizar, que al final es lo que pido a una mascarilla, que me proporcione ese ratito de desconectar y mimarme. Tiene un olor como a manzana, el líquido vuelve a ser bastante fluido y la escurrí un poco para evitar desastres, por este punto me agradaba más la de argán.
Las mascarillas se pueden comprar en la página de Iroha Nature, con el código TISU20 hay un 20% de descuento que no se durante cuanto tiempo estará activo, por si os interesa ojear. Si tuviera que elegir me quedaría con la de Q10 por efecto y con la de argán por la textura y la duración de la hidratación.
¿Habéis probado alguna mascarilla de Iroha? ¿Alguna de las que os muestro os llama la atención?