Está indicada para todo tipo de pieles, eso siempre me hace desconfiar, pero doy fe de que a mi piel grasa le va muy bien, la sensación tras aplicarla es confortable, se asienta rápido y el tono no se oxida (muy importante al menos para mi, con la de Etude house terminaba gris tras el paso de las horas), aunque la sello por costumbre. No creo que dure las 24 horas que promete la marca pero si la he llevado puesta ocho y me ha convencido. Por mi tipo de piel al cabo de cuatro horas aparecen algunos brillos, retoco y el efecto es como de recién aplicada.
La encontramos disponible en cuatro tonos, el que yo tengo es el más alto, el 34 bronze, posiblemente de cara al verano me quedaría bien porque me sube el color (tal y como me pasó con la bb cream 8 en 1), ahora mismo me queda algo oscura así que he tenido que buscarle un combo, otra base que no termina de cuadrar con mi tono de piel y el resultado de la mezcla me satisface mucho.
Cuenta con Spf 15, lo que la hace salvable para el invierno aunque en verano necesitaría un complemento. Huele a maquillaje, de manera sutil, nada destacable así que imagino que a los olfatos más finos no les moleste. Raro que yo diga esto pero si, creo que es cierto lo de que le puede ir bien a todo tipo de pieles.
Contiene 30 ml y el precio ronda los 10-13 €. Los ingredientes los facilita la marca en su web, podéis mirarlos allí fácilmente, buscar el producto y pasando toda la descripción tenéis ese apartado.
Mi problema viene por la gama de tonos disponibles, el 040 lo probé hace tiempo en stand y sería el que me iba perfecto, pero lo han descatalogado, por lo que el 050 me queda demasiado oscuro (es el único que no tira a rosa) y el resto de tonos además de quedarme claros llevan un claro subtono rosado que me hace parecer Peggy. Esta base me tocó en un sorteo, como este verano casi ni estuve al sol tengo la piel algo más clara que de costumbre pero aun así tendría que subirle un punto al 020 rosy beige, así que se me ocurrió mezclar mitad y mitad.
Añadiendo una pulsación de la photo finish y la misma medida de la CC cream consigo que la mezcla sea más o menos mi tono de piel. Sellándola después con polvos el resultado es muy bueno y es lo que estoy utilizando para el día a día.
Contiene 30 ml y su precio ronda los 7-8 €.
Correctores
No os había enseñado el Happy light, un corrector en formato crema similar al studio finish de Mac, de textura ligera y cobertura regular. El problema es que el tono que recibí es muy claro y no he encontrado manera de sacarle partido, por ello no hablaré mucho más de él, pero quería que conocierais la opción.
El protagonista sin duda es del CC eye cream, que no es más que un corrector con formato tipo boli y es del que os voy a detallar cosas.
Llama la atención su punta de silicona, podríamos extenderlo con él pero a mi me gusta más hacerlo con los dedos anulares, reparto mejor el producto y a toquecitos se va fundiendo hasta integrarse perfectamente con el tono de piel. Esta novedad trae consigo la única pega que le veo, para sacar el producto giramos la parte trasera, pero una vez que lo hemos estrenado es imposible limpiar el interior de la boquilla y en la siguiente aplicación sale primero la parte seca del anterior uso. Como lo aplico con los dedos no hay mayor mal, quito la parte seca y listo.
Centrándome en el producto, está disponible en tres tonos, el mío es el 23 golden beige, el más alto de los disponibles, y diría que me queda bien. Cuenta también con Spf 15 y su textura es muy ligera, no tiene una cobertura alta, no cubre excesivamente las ojeras (las mías son hermosas) pero me gusta el efecto de luminosidad que consigo. Es cierto que es hidratante y se funde sin problemas con la piel, aunque es vital sellarlo con polvos para que con el paso de las horas no se esfume.