El cepillo para aplicarla es peculiar, de silicona y se diferencian tres partes, dos redondeadas y varios pelitos en la punta que quedan más sueltos. La utilizo como cualquier otra máscara, coloco el cepillo bajo las pestañas y con el movimiento de zig-zag peino las pestañas hacia arriba. Después utilizo los pelitos sueltos para insistir en el exterior del ojo o la zona del lagrimal, que casi siempre alguna pestaña se escaquea.
El resultado es bueno, si se aprecia algo más de volumen porque aporta un color negro bastante intenso, aunque hay que saber utilizarla. Normalmente no se agrupan las pestañas y al estar marcadas también parecen algo más largas. Además, con el paso de las horas, no se deposita residuo en la zona de la ojera, me aguanta toda la jornada en perfectas condiciones y a la hora de desmaquillarla no me da problemas.
Os comentaba que he aplicado la máscara de manera bastante sutil, pero ya os había mostrado en algún maquillaje el efecto en pleno esplendor de la Dark khôl, por lo que podéis comparar lo modulable que llega a ser. Si os apetece ver como la utilizo en el maquillaje con la Oh so special aparece en el vídeo, también en el maquillaje con el long lasting 37 de Kiko, por ejemplo.