Está indicada para limpiar nuestra piel y también eliminar el maquillaje, puesto que para este fin utilizo el formato aceite desmaquillante o el agua micelar, el uso de la espuma limpiadora de Tamalys ha sido como el de cualquier jabón facial.
El formato es cómodo, un tubo de 100 ml con tapón de rosca (venía el interior sellado), aflojamos el tapón y por el agujerito central que tiene sale producto. Aunque también podemos desenroscarlo entero, pero de esta forma es más complicado controlar la cantidad que usamos.
Huele a limpio, suavemente a algo vegetal que no se explicar. La textura es cremosa y hace poca espuma, aunque tampoco hace falta mucho producto. Puedo señalaros dos resultados, lo utilizo mañana y noche. Nos indican que debemos aplicarlo sobre la piel húmeda, suelo pecar de esto, añado el producto en las manos pongo unas gotitas de agua, froto y reparto por el rostro para después aclarar. El resultado me gusta, la piel queda limpia, con sensación de confort, pero si nos pasamos de cantidad o no aclaramos bien puede resecar un poco. Es algo que me sucedió las dos primeras veces (culpa mía, no de la espuma) pero las siguientes di con la cantidad justa a tomar y me resultaba muy agradable. No rompe el equilibrio de la piel.
No puedo decir si reafirma la piel, imagino que se notaría a muy largo plazo y con el uso de toda la gama, pero si que deja la piel limpia. Cuando me desmaquillo retira los restos del aceite sin problemas, la piel queda suave, fresquita y lista para la crema.
La composición es muy buena, contiene aloe vera, agua de naranja amarga, tamaline… Pero, por gusto personal, estoy acostumbrada a limpiadoras que hacen algo más de espuma por lo que no me plantearía repetir. Tiene un precio de 25.00 €.
Aunque en esta ocasión nada más os hablo de la espuma limpiadora también tengo en mi poder la crema de día, la de noche y el sérum revitalizante que iré añadiendo a mi rutina según termine otros productos que estoy utilizando ahora mismo. Así que poco a poco, en unos meses, los iréis viendo. Pero si no podéis esperar os recomendaría la entrada de El tocador de Vero donde analiza minuciosamente cada uno de ellos.