Como es corto y lleva vuelo opté por unos leggins grises a falta de medias ultra tupidas. Estos leggins llevan pelito por dentro y así evitaba pasar frío, que me da mucha rabia tener que renunciar a veces a prendas, siempre podemos encontrar la opción. Y la chaqueta de Pimkie que me acompaña en tantas ocasiones porque el vestido es de tirante ancho.
También de Oasap elegí un collar con cristalitos que van pegados como a un trozo de paño, se ata con un lazo y está disponible algo más amarillento. Personalmente me quedo con el blanco porque lo veo más elegante. Me gustó la combinación haciendo las veces de cuello del vestido, creo que da el pego, y así romper un poco el juego de tonos oscuros.
Mi bolso nuevo de Desigual lo pudisteis ver en el unboxing del regalo de Zalando (al igual que mi cara de alegría y atascos) aunque tiene asa opté por meterla dentro y que hicera las veces de “de mano”. Totalmente negro con un bordado con la marca en dorado, pequeños bordados y una especie de lentejuelas/tachuelas. No es ningún secreto lo que me gusta esta marca, aunque se que levanta tantas pasiones como odios.
Dudé si utilizar de nuevo las botas de montar pero pegaban mejor los botines marrones de Dockers, comodísimos al tener el tacón ancho, las doce horas sin problemas aseguradas.
Y cuando vi el bolso pensé directamente en mi abrigo de Desigual, aunque en la espalda tiene flores bordadas en rojo y blanco, por delante los detalles son en negro y pensé que quedaría bien esta pareja. Capas y capas contra el invierno.
Aunque no os detalle lo que utilicé ese día para el maquillaje os dejo un collage de todo ello, aparecen cosas nuevas y algunas que no os he reseñado aun, así que ir abriendo boca.