– Ojos:
Prebase shadow insurance de Too faced.
Color tatto de Maybelline en el tono 97 vintage plum como base en el párpado móvil.
Sombra cork de Mac para difuminar la cuenca.
Sombra brulé de Mac en el arco de la ceja.
De la paleta dual intensity eyeshadow de Nars la sombra subra en el párpado móvil y europa para dar un toque en el centro, me pareció divertido para así romper un poco la base negra que tiene subra por si misma.
A ras de las pestañas inferiores el contour clubbing de Bourjois en el tono 60 taupe of the top en el interior y en el exterior el 57 up and brown, sellado con la sombra subra. El combo de estos dos lápices me da mucho juego y diría que es una pareja perfecta puesto que uno aporta la luz necesaria según nos acercamos al lagrimal y el otro deja la zona exterior más discreta.
Delineado con el master ink 01 luminous black eyeliner satin de Maybelline, toda una sorpresa por su firmeza y lo sencillo que me resulta realizar delineados ultra finos.
Lápiz zero de Urban decay en la línea del agua.
Máscara de pestañas grandiose de Lancome.
Fijador de cejas de Bourjois, brow design 03 chatain.
– Rostro:
Corrector de Ainhoa cosmetics, no pone el tono y aunque me queda algo claro le veo cierto punto anaranjado que me camufla un poco mejor las ojeras.
Base double wear light de Estee Lauder, tono 3.0, si quiero horas y horas de piel impecable suelo optar por ella, apuesta segura.
Polvos sueltos translúcidos de Deliplus, tono 02.
The celestial powder candlelight de Kevyn Aucoin para iluminar la parte alta del pómulo.
Polvos de sol maxi tierra bronceadora de Deborah Milano, tono nº 4 a modo de colorete.
– Labios:
De los rouge edition velvet de Bourjois en tono 14 plum plum girl.