Lo que me gusta de esta paleta es que los tonos son suaves, va de los rosados a los grises, alguna sombra con un toque más marrón, pero en general es discreta y buena opción para cuando vamos con prisas en el día a día. Tiene el mismo formato que la anterior y la pigmentación es buena, aunque igualmente me gusta aplicarlas sobre una base en crema o con prebase.
El “pero” quizá sería que hay demasiados tonos muy claros y en pieles morenas como la mía no se diferencian mucho, fijándome en la fila de arriba. Aunque son algo polvorientas si tenemos cuidado de retirar el exceso de producto que toma el pincel se pueden trabajar cómodamente (en este aspecto considero que The nudes no lo es tanto, quizá por contener alguna sombra más mate). Tanto la última sombra de arriba como las de la fila de abajo tienen mayor pigmentación y las podéis ver en la siguiente imagen.
Sigo recomendando más la primera paleta que sacaron porque son tonos más básicos, el formato en ambas es el mismo y vuelvo a señalar que me parece perfecto para viajar cuando no queremos llevar otras sombras más caras por si sufren algún percance. Por el precio que tienen ¿qué más podemos pedir?
Recibí también dos lápices de ojos de la gama master drama the nudes, ambos son muy cremosos, tienen buena pigmentación y quedan bastante fijos, con agua micelar hay que insistir para desmaquillarlos. Me gustan tanto para hacer un delineado de color a ras de las pestañas superiores o inferiores como para utilizar a modo de sombra en crema.
Son tonos que aportan bastante luz, festivos, uno rosado que tira casi a blanquecino, 20 rose pearl, y otro marrón intenso con pequeños destellos, 22 brownie glutz, que es el que más me gusta porque a esta gama de colores le suelo sacar más partido.
¿Vemos la paleta en acción? Iba a asistir a una reunión navideña con obra de teatro incluida y muy buena compañía, así que quería algo discreto, algo en plan maquillaje básico, pero que a la vez tuviera buena duración porque después no cenaba en casa y volvería tarde.
¿Qué he utilizado?
– Ojos:
Prebase shadow insurance de Too faced.
Color tatto de Maybelline en el tono 98 creamy beige como base en crema en el párpado móvil.
De la paleta the nudes de Maybelline, de la primera fila (de izquierda a derecha) la tercera sombra en el arco de la ceja y la quinta para marcar la cuenca.
De la paleta the blushed nudes de Maybelline, de la segunda fila la segunda sombra en el exterior del ojo, la tercera en el interior y de la primera fila la sexta sombra en el centro del párpado.
Delineado superior con el eyeliner master ink de Maybelline en el tono 01 luminous black, que es satinado.
A ras de las pestañas inferiores el contour clubbing de Bourjois en el tono 57 up and brown.
Lápiz zero de Urban decay en la línea del agua.
Máscara de pestañas false lash mariposa de L’oreal.
Lápiz de cejas de Catrice y gel fijador brow design de Bourjois en el tono 01 transparent.
– Rostro:
Corrector de Ainhoa cosmetics.
Mezcla de la base de maquillaje double wear light de Estee Lauder, tono 3.0, con la dream satine fluido de Maybelline en el tono 45 light honey.
Para sellar todo los polvos sueltos translúcidos 02 de Deliplus.
En las mejillas el colorete baked blush de Milani en el tono 06 bellissimo bronze.
– Labios:
Lip liner perfector de Make up forever.
Lasting finish by Kate de Rimmel London en el tono 103.
Esta será la última entrada del año, el que viene empezará cargado de muchas reseñas de cosas que tengo pendientes de contaros, muchas de ellas incluso ya están terminadas, pero quise aprovechar finales de diciembre para centrarme un poco en los maquillajes.