Una vez que se asientan en el labio si se nota más ese efecto mate y son bastante cómodos de llevar, con el paso de las horas se comportan bien aunque en la parte interna del labio voy notando que se secan más. De los tres tonos que tengo he sacado partido al más oscuro, hace años (allá por los dieciséis) recurría mucho a las gamas de marrones y llevo una temporada en la que me he reconciliado con estos colores.
988 brown sugar es un marrón bonito que se ha hecho un hueco entre los tonos con los que repito una y otra vez, tiene cierto punto serio pero sin ser excesivo y me permite utilizarlo independientemente del maquillaje de ojos que tenga pensado realizar.
982 peach buff sería un tono con cierto punto melocotón pero que sobre mis labios se ve excesivamente rosa y no me siento cómoda, me da sensación de que en parte me borra la pigmentación del labio. Igual sucede con el 981 purely nude, del que no os dejo foto puesto en mi, son tonos que veo perfectos para pieles más claras pero en la mía no, igualmente habéis visto también una muestra en el dorso de mi mano en una de las fotografías anteriores.