¿Cuántas veces os he hablado ya de Freshly Cosmetics? y lo que disfruto con la experiencia porque creo que es una de las colaboraciones que más me gusta, cada lanzamiento suele sorprenderme más que el anterior, aunque también os podría hacer un día un ranking de sus productos. La última vez que apareció en el blog fue con la bruma superoxide dimustase face mist, que escaló posiciones hasta favoritos porque la sensación de calma que me deja en la piel me fascina.
La piel de mi cuerpo es medio de lagarto, tanto por seca como porque si no la hidrato correctamente me pica lo que no está escrito y se ve fea, se vuelve algo blanquecina. Así que soy usuaria de cremas de prometen una hidratación profunda pero también de aceites, el de almendras no suele faltar en casa, una maravilla para rodillas y codos. ¿Qué tal me funcionaría este aceite?
Golden radiance body oil de Freshly Cosmetics
Siempre empiezo dejando unas pinceladas de la presentación que hace la marca de su producto, en este caso se trata de una mezcla de doce aceites vegetales, ¡doce!. Por la composición lo ideal es agitar el envase antes de cada uso para que se mezclen, aunque también se puede aplicar en la cara yo nada más lo estoy utilizando a nivel corporal. ¿Qué he notado? De inmediato que se crea una especie de película ligera que hidrata correctamente la piel, se ve más bonita, saludable, cuando llevo falda o pantalones cortos me gusta el aspecto saludable que se consigue. Además la hidratación es duradera. No es que me desaparezcan del todo los picores pero si me calma y cuanto más constante soy más noto que se espacian.
Sobre las promesas, es cierto que nutre en profundidad, calma la sequedad de la piel y proporciona un efecto bonito, se absorbe rápido si aplicamos poca cantidad. Cuando lo utilizo para salir rápido a la calle soy más comedida, de esta manera no tengo sensación de ir “pringando”, pero mi forma favorita es la de poner algo más de cantidad, el pijama y a dormir, así se nota más al tacto sobre la piel pero también creo que se potencia el efecto. Cosas mías.
En el tema de tratar y prevenir las estrías y las cicatrices no puedo decir demasiado, una correcta hidratación hace que la piel se “rompa” menos y también se vea como más difuminado el daño anterior que tuviera. Pero milagros no. Igual que actúa como reductor y anticelulítico, este tema iría ligado al de una dieta sana y ejercicio, lo que si aumenta es la elasticidad de la piel, como os decía antes y eso hace que al subir o bajar volumen no queden marcas.
Y destacan su perfume, ¡madre mía! es que me he vuelto una yonki de este aroma, es muy agradable de utilizar y eso consigue que sea más constante con su uso. Juega con pomelo, bergamota, mandarina, naranja, manzana, piña, granada, sándalo y cardamomo, ¿os hacéis una idea?. Huele rico, dulce, afrutado.
Es una marca cruelty free, apta para veganos y que no utiliza sulfatos, siliconas, parabenos, colorantes, derivados del petróleo ni perfumes sintéticos en sus formulaciones. Todo el listado de ingredientes lo podéis encontrar en su página, siempre destaco la transparencia en este punto, donde también se analiza cada uno de ellos por si dudáis de para que sirve cada cual, pero a mi me apetece analizar a grandes rasgos lo que más destaco de los aceites.
Os decía que utilizo habitualmente aceite de almendras dulces, da firmeza y elasticidad a los tejidos, es uno de los básicos a los que recurrí durante el embarazo y estoy muy contenta, con la panza enorme que tenía y que todo ha vuelto más o menos a su sitio. Eso si, las que tenía de antes ahí están y un par de ellas nuevas, pero no me quejo. El aceite de jojoba también es un viejo conocido, para el rostro no terminó de convercerme, pero a nivel corporal si. Regula la producción de sebo de la piel, regenera, reestructura y se absorbe muy bien; igual que lo es el aceite de rosa mosqueta, cada vez me fascina más, ayuda muchísimo a la síntesis del colágeno y doy fe de que equilibra la piel de maravilla (incluso la del rostro).
Seguido de aceite de girasol, es curioso como lo utilizamos para cocinar y pocas veces se nos pasa por la cabeza algo más. A efectos de la piel es un antioxidante estupendo, que de moda está todo lo antioxidante, ¿cierto? pero es que cada vez nos rodeamos más de polución y cosas que nos dañan. Ayudando a la formación del colágeno. También nuestro querido aceite de oliva, ideal para tratar la sequedad de la piel, por si mismo no lo utilizo porque es demasiado denso, pero en esta mezcla me ha gustado encontrarlo.
El aceite de macadamia es una maravilla para tratar las puntas abiertas, que no hay nada como un tijeretazo de vez en cuando, cierto, pero que levante la mano quien no haya utilizado remedios rescate para alargar un poco más ese momento. Me sorprende ver que se enfoca al cuidado del cabello también, se me había pasado por la cabeza utilizarlo como tratamiento prelavado en las puntas por tu textura algo densa, pero no sabía que traía un aceite específico para ello.
Vemos aceite de semillas de Chía, tan de moda últimamente como super alimento y al que no veo demasiado la gracia para ese fin. Tengo una amiga nutricionista que me ha comentado que para que tenga la misma concentración de omega que el pescado tendríamos que comer a espuertas. Enfocado al cuidado de la piel nos indican que funciona bien en las sensibles. No se si de moda, pero es uno de mis grandes favoritos, el aceite de aguacate. No puedo vivir sin comer aguacates, ¡están tan ricos! ¡tienen tantas propiedades! sus vitaminas, antioxidantes, sus ácidos grasos, también son una maravilla para la piel, mejora la hidratación e incluso ayuda con la dermatitis, este punto me interesa especialmente.
Me sorprende encontrar el aceite de amapola, a nivel de “ingesta” se que tiene propiedades sedantes, por lo que me da bastante respeto, pero en uso tópico ayuda a regular la hidratación. El aceite de avellana para mantener la elasticidad y regenerar, el aceite de basabú para tratar pieles con problemas, ya que reduce la sensación de picor y la inflamación, el aceite de marula para aportar luminosidad, tratar rojeces, irritaciones; pomelo, ideal para tratar afecciones de la piel, y con esto llego más o menos a la mitad de la fórmula, aunque lleva más cosas interesantes.
El envase es de cristal con dispensador, muy práctico, contiene 100 ml y es apto tanto para pieles sensibles como para embarazadas. Tiene un precio de 26.00 €.
¿Dónde se puede comprar?
En la página web de Freshly, al inscribiros en la newsletter os dan un 15% de descuento, pero cada poco sacan promociones, así que estad atentos a sus redes sociales. Además, los portes son gratuitos a partir de 20.00 € de compra y se puede pagar con paypal.
Si tenéis la suerte de vivir en Tarragona, en Reus han abierto su primera tienda física.
Si te interesa conocer otros productos que he probado de la marca:
¿Qué os ha parecido golden radiance body oil? ¿Soléis utilizar aceites corporales?
Este producto ha sido enviado por la marca/representante/web para probarlo, hago la reseña de forma libre y totalmente sincera esperando que os sirva.