El formato de polvera me parece práctico, la borla está separada por un plástico que guarda el producto de no ensuciarse tanto y tiene espejo, por lo que podemos retocarnos fuera de casa sin problema. Para aplicarlo suelo utilizar los dedos o la esponjita que trae, también he probado con la F80 de Sigma pero me parece aparatoso tener que recurrir a “herramientas” para un protector solar.
En su día utilicé un formato similar de Bioderma y la textura era más grasa, no se como se comportará durante los meses de verano o en zonas que rocen los 40º, de momento no me ha dejado la piel brillante, deja un tono bonito, uniforme (aunque no tiene apenas cobertura, aquí tiraría de las orejas esa promesa) y guarda el característico olor a melocotón que el resto de la línea.
No me ha sacado granitos pero prefiero los solares sin color, es más cómodo aplicarse la base o los compactos que nos gustan después. De todas formas se que hay personas incondicionales a este formato por lo práctico de conseguir buena cara en poco.
Os comentaba que este de Heliocare lo utilizo sellándolo con compactos para rebajar algo el tono, pero también para que la piel permanezca más tiempo sin brillos. No los controla tanto como otros solares pero para pieles normales y mixtas creo que mejorará la cosa. En piel grasa, para mi gusto, flojea un poco.
Sinceramente, me está gustando utilizarlo para quitarme la espinita que tenía pero hace que me reafirme en cuanto a preferencias de protectores solares y tener claro que no repetiría.
Os dejo los ingredientes detallados.
Es tan sutil la cobertura que la única imagen que he podido rescatar de las que tomé para que veáis el efecto es la siguiente, si os fijaos en el borde de los labios podéis ver el tono que tengo de piel y como lo sube levemente. Mis lunares, mi rojez de la mejilla, se ven tal cual, por eso digo que flojea en cobertura. Pero a la vez deja una piel bonita, le da cierta luminosidad sin ser grasosa.