1. Empecé por utilizar jabón de manos en pastilla. Aunque el jabón líquido puede parecer más cómodo a la larga notaba que resecaba muchísimo las manos, así que dejé de comprarlo, el de pastilla es el formato clásico pero no tiene porque ser aburrido, tenemos de todo tipo de precios y marcas, desde los típicos de supermercado hasta los artesanales enriquecidos con aceites que le dan un extra de hidratación.
2. Desde que descubrí que las uñas se liman y no se cortan la dureza de las mismas ha aumentado mucho, se parten y abren menos. Ha sido todo un antes y un después, así que tengo distintos tipos de lima, las más baratas son las rojas que veis, vienen en un pack y se pueden comprar en supermercados, es la clásica que llevo en el bolso y no tiene demasiada vida útil.
Las limas, tanto planas como cuadradas, con varias caras que permiten distintos acabados se han vuelto un básico. Una parte para limar y rebajar la uña, otra para pulir, otra para dar brillo… Cumplo cada uno de los pasos cada vez que las reduzco. Las tenéis de muchas marcas y precios, la mía plana es de Bourjois y la rectangular de Filosofille.
3. Cuando alguna uña se parte recurro a las tijeras de bordar, tal cual, me gustan porque son pequeñas y no tienen la forma recta. Las utilizo expresamente para esto y las desinfecto de vez en cuando con alcohol. Las compré en una tienda de cuchillos, de la marca Premax y me costaron 8.90 €.
4. Aunque las cutículas las retiro, no las corto, siempre tengo a mano un corta cutículas, el mío es de Beter y lo compré en una perfumería por ocho euros y algo, el que tenía antes se partió (lo veo on line por bastante más precio, así que comparar). Me sirve perfectamente para cuando me sale alguna piel al lado de la uña, así evito tirar de ellas y hacerme heridas, o cuando queda alguna piel en la cutícula que no hay manera de domar.
5. Para poder retirar las cutículas podemos recurrir a productos específicos como el removedor de Mavala (lo compré hace muchísimo) pero a la larga lo he dejado de lado porque no era hidratante en si y tenía que utilizar dos productos. Ahora mismo mi favorito es el bálsamo para cutículas de Badger (aunque tenéis uno de Deliplus que es más barato y hace el apaño), me gusta su composición y a la vez que ayuda a que las cutículas se ablanden para llevarlas hacia atrás las hidrata. La primera semana lo utilicé casi cada día, mientras veía un rato la televisión después de cenar, ahora con dos veces a la semana, o incluso una, me es suficiente.
6. Una vez que las hemos ablandado, aplicamos alguno de los productos anteriores, masajeamos, dejamos que pase como un cuarto de hora, procedemos a retirar las cutículas con ayuda de un palito de naranjo. Pero a mi estos palitos nunca me han convencido, así que cuando descubrí el magic stick de Beter supe que sería un básico. Tiene la forma del típico palito de naranjo pero está hecho de vidrio templado, se puede desinfectar cómodamente y no se deteriora. Retiro cómodamente las cutículas y tiene una vida mucho más larga que los otros. Su precio es de 5.40 € y lo he visto on line, en tiendas físicas no pero todo será investigar.
7. Aplicaría la crema de manos. Siempre tengo varias abiertas y hace poco os comparé unas cuantas. Este paso es diario, suelo realizarlo por las noches, cuando no aplico el bálsamo de Badger recurro a de estas cremas e insisto masajeando la uña y la cutícula.
8. Existen tratamientos específicos, hace algún tiempo utilicé el endurecedor científico de Mavala pero ahora mismo lo he dejado de lado, me funciona mucho mejor ser constante con la hidratación y limar en lugar de cortar. Aunque como tratamiento de choque puntual no lo veo mal.
9. Antes de aplicar cualquier esmalte es recomendable aplicar alguna base que proteja la uña. Soy fiel a la base protectora 002 de Mavala, me da buen resultado, protege la uña, ayuda a que no se tiña cuando utilizamos tonos muy oscuros. Creo que ronda los 14.00 euros, el último lo compré en Sephora, pero cunde muchísimo.
10. Una vez hemos pintado nuestras uñas, hecho algún diseño, lo que nos apetezca, podemos aumentar la durabilidad del mismo aplicando algún top coat. Os hablo por encima de los tres que utilizo en este momento: el Colorfix de Mavala no está mal pero me mueve bastante los diseños, arrastra, por lo que lo utilizo sobre colores lisos y si no busco una duración excesiva. Cuando opto por un acabado más brillante, el famoso efecto glow, el top coat super shiney de CND me funciona muy bien, la duración es buena. Y el último en llegar a casa es el weekly top coat vinylux de CND, que promete alargar la duración de la manicura una semana, se merece una entrada para él solo pero si os anticipo que funciona muy bien, aunque quizá es complicado encontrar donde comprarlo.