¿Qué he utilizado para esta manicura?
Como primer paso siempre aplico una crema de manos, masajeo las cutículas y en caso de que sea conveniente las retiro hacia atrás o corto alguna pielecilla rebelde. En este caso la ictyane de Ducray. Seguidamente aplico la base 002 de Mavala, mi favorita por el momento y con la que llevo el segundo envase, para que la uña quede protegida, sobre todo cuando utilizamos colores oscuros, así evito que no se tiña.
Un tono dulce del que pienso abusar, 132 duches rose de Mavala, de la colección fantasy inspirada en cuentos de hadas, con dos capas para que la cobertura sea plena. Ayudándome de un puntero, o dotting tool, dibujo el esqueleto de la hoja y diversos puntos en otras uñas, lo hago con un esmalte que tira a ocre como lo es el 39 jaune trendy de Bourjois. El interior lo marco con un marrón cobrizo con destellos de Carlo di Roma, es tan antiguo que no se deciros numeración, también coloco algunos puntos intercalados con los anteriores.
Tomo el esmalte smoky brown de Elf, como se ha espesado bastante y el cepillo para aplicarlo me resulta incómodo por si mismo no lo utilizo, pero para dibujar está bien por lo denso. Con él hago un punto grueso que termino de forma picuda emulando la castaña y puntos más pequeños para limintar los anteriores. Con un esmalte negro, en mi caso el 306 de Kiko, es mate, pongo un punto a modo de “cabeza”.