Lo primero que me conquistó el champú Bain vital dermocal de Kerastase fue su agradable olor, como a flores, es intenso pero no cargante. La textura es bastante líquida y hay que tomar poco producto, hace suficiente espuma, sobre todo en la segunda jabonada, deja el cabello totalmente limpio, aunque si utilizamos algún aceite a modo de tratamiento en las puntas puede quedarse corto la suciedad normal del pelo la retira sin problemas.
¿Qué siento en el cuero cabelludo al utilizarlo?
Bienestar creo que es la palabra que mejor lo define, no siento que sea agresivo, masajeo con insistencia en las zonas problemáticas y tras aclararlo es como si me hubiera quitado un peso de encima. Los picores que suelo tener en el cuero cabelludo se alivian mucho los dos primeros días, después aparece alguno de forma puntual pero como casi es hora de volver a lavarme el cabello no lo veo problema.
La descamación poco a poco vuelve pero el alivio que me proporciona me gusta muchísimo, además de que da bastante de si. En los dos meses he gastado un tercio del envase, por lo que calculo que en general durará tres meses, me lavo el pelo dos veces a la semana con dos jabonadas y tengo el cabello casi por la cintura. Contiene 250 ml.
Para los entendidos en ingredientes también os dejo el detalle, algunas cosas que veo no son las mejores del mundo pero de momento me están funcionando y eso es lo que mido.
Como complemento al champú, el sérum sensidote dermocalm puede utilizarse todos los días o cada vez que nos lavemos el cabello, elegí la segunda alternativa por cuestiones estéticas y comodidad. Se aplica fácilmente porque viene con un gotero pero hay que ir haciendo particiones y masajeando el cuero cabelludo, por lo que si lo utilizo por el pelo seco las raíces se me ondulan.
Así que tras retirar la humedad con una toalla, desenredo bien el pelo, voy haciendo particiones, aplicándolo en las zonas problemáticas y masajeando con los dedos hasta que el producto desaparece. Se nota sensación de frescor, imagino que por la menta que contiene, que alivia bastante, aunque al mirar su composición me quedo algo pensativa teniendo en cuenta que es un sérum indicado para calmar el cuero cabelludo sensible, puesto que lleva alcohol denat como primer ingrediente (si alguien quiere profundizar sobre los ingredientes será un placer para poder añadirlo en este párrafo).
Para probar también lo he aplicado en alguna ocasión con el cabello seco, cuando alguna zona en particular me molestaba y sentía alivio, pero la descamación se “arrancaba” y terminaba quedando antiestético. No he notado que desaparezca mi problema, de echo, cuando lo he aplicado al rato aparecen algunas escamas muy suaves, pero si me ha aliviado de manera puntual. Sinceramente, en algún que otro lavado he prescindido de este sérum y tampoco he notado demasiada diferencia, así que por el precio que tiene no sabría si recomendaros arriesgar o no con él.
El aroma es similar al del champú pero más intenso, contiene 50 ml y en este tiempo he gastado la mitad del envase, quizá porque también lo aplico sin escatimar en cantidad.
La mascarilla hidratante alisadora, Maskeratine, es “orgásmica”, así de claro. Siempre me había preguntado que tendrían las mascarillas de Kerastase para valer lo que valen y se ha despejado la incógnica. En su día me hechizó la de oro fluido aunque por el precio no me convencía, mi alternativa favorita por el momento es la total repair 5 de Loreal porque en relación calidad-precio me parece buena pero es que se me abre otro universo.
Maskeratine es mucho más densa, con el tamaño de una nuez tengo más que suficiente para repartir de medios a puntas, con ayuda del tangle teezer peino el cabello y dejo que actúe durante unos cinco minutos. Tras aclarar me encuentro con una sensación de suavidad muy agradable y con que el aroma de la mascarilla perdura incluso el día siguiente, es un aroma perfumado que me resulta familiar y me agrada.
Durante los dos meses que lo he utilizado hemos tenido bastante humedad, mis puntas necesitan un corte porque desde septiembre no ven la peluquería y ya tengo una raíz de más de una cuarta de hermosos rizos, por lo que he podido comprobar que si ayuda contra el encrespamiento. No ha sido complicado domar esa parte que nace en estado salvaje para que luzca el liso del resto de la melena y si he notado mejoría en las puntas (milagros no porque cuando hace falta un corte lo hace y tened en cuenta que uso secador y planchas si o si).