– Gel de baño Moussel, el formato de viaje de 100 ml. Me gusta porque me recuerda a cuando era niña, es uno de esos geles que siempre utilizaba una de mis abuelas y su aroma me recuerda a ella. Su textura es bastante fluida y hace espuma, la piel huele levemente al gel tras la ducha y nos comentan que lleva una serie de aceites esenciales. Este punto no puedo demostrarlo pero si que no he notado picores en la piel, no me la reseca. En este tipo de productos pocas veces soy fiel, me encanta probar otros nuevos, pero no me importaría repetir y recomendarlo.
– Dos geles de Blue mandarines, el de aloe vera y el de rosa mosqueta, ambos respetan la piel, no me producen picor ni sequedad, textura líquida y hace espuma. El aroma de ambos es suave, muy agradable. Pienso lo mismo que del anterior.
– Crema para piernas y pies con aceite de orquídea de Risqué, huele muy bien, hay que masajear con constancia para que la crema se funda perfectamente con la piel, pero es agradable de utilizar y deja la piel muy suave. No le veo pegas.
– Una pastilla de jabón de sandía y aloe vera de Avón, olía directamente a chicle de sandía y ese aroma se quedaba en las manos. No reseca, las deja suaves. Fue una edición limitada de un verano pero se que de vez en cuando sacan este formato, con el que no me importaría repetir. Ya os he comentado más veces que prefiero las pastillas de jabón porque el líquido suele resecarnos más las manos (el de mercadona hasta nos las pelaba).
– Quita esmaltes con acetona de Deliplus, aunque es baratísimo y he utilizado varios envases (sigo intentando acabar otro de ellos) no repetiría ni lo recomiendo. Es cierto que quita los esmaltes y hasta el glitter sin mucho problema, pero reseca una barbaridad y con el uso continuado las cutículas se vuelven duras como piedras.