No hace tanto os enseñaba todo lo que había terminado de manera grupal pero dejando al margen lo referente a maquillaje (incluyendo también esmaltes de uñas), así que le toca el turno a esta tanda “jugosa” en la que también se han colado algunos polizones de otras categorías. Algunos son terminados en si, otros han acabado en la basura tras alguno de los barridos que hago a la cajonera, cada vez me propongo más en serio quedarme nada más con lo que realmente voy a utilizar, lo que está en mal estado lo tiro y hay otra serie de productos que regalo, de ahí que una parte de lo que va apareciendo en el blog no lo volváis a ver más. En muchas ocasiones no quiere decir que sean malos productos, pero tengo otros que me gustan más por la razón que sea y son los que prefiero usar.
Espero que os sirva para sacar conclusiones, como siempre de algunas cosas ya hay reseña en el blog (entonces os dejo enlace) pero otras aparecen fugazmente en este tipo de entradas porque no me dan para más o no me han motivado lo suficiente como para dedicar una entrada específica.
¿Qué he terminado?
– Bourjois shine edition 25 mauve tabloid, me dolió en el alma el día que se terminó porque es uno de esos tonos tan ponibles e hidratantes que recurres a él cuando no sabes que utilizar. Si no he repetido es porque tengo demasiados labiales pero sin duda ha sido un gran favorito por el nivel de hidratación y ese tono natural con un punto cereza suave.
– Korres 55 red, no hay labial rojo feo pero este no me terminaba de enganchar. En general, quitando un labial, todo lo que he probado de maquillaje de esta marca me ha dejado bastante fría, siendo tan famosa a nivel corporal y facial cojea mucho en maquillaje. En una de las revisiones de cosas que tengo vi que el olor había cambiado, de lo suave y agradable que era ahora casi una peste, así que decidí tirarlo.
– Sombra brulé de Mac, ¡ha sido eterna! una sombra básica para el arco de la ceja, me ha gustado mucho y me planteé repetir, pero tengo tonos similares en otras paletas que quiero gastar y he encontrado también una alternativa de Nabla que me gusta (y es más económica).
– Dermablend de Vichy, tono 35 sand, tenía cierto punto amarillo-anaranjado que iba bien con mis ojeras, la cobertura era buena y había que trabajarlo rápido porque se asienta pronto. Me gustó aunque no tanto como para plantearme repetir, a modo de base de maquillaje lo veo más pesado y no me termina de convencer, aunque sería cuestión de aplicarla suavemente a toques.
Máscaras de pestañas
Me considero una auténtica yonki de las máscaras, la mirada cambia tantísimo de llevar las pestañas bien marcadas a no que sin ello me siento extraña. Así que me encanta poner a prueba todas las que se cruzan en mi camino y nada más uso con frecuencia las que me convencen, con las que me llevo decepciones confieso que las voy dejando de lado hasta que se secan.
– Lash sensational intense black de Maybelline, una versión de negro más intenso de mi querida lash sensational, sin duda sigo pensando que es una esta gama es de las mejores que tiene la marca. Esta versión es extra negra y si se nota que las pestañas quedan más teñidas.
– All eyes on me de Essence (reseña con otras cinco que os dejo en este mismo apartado) en la versión resistente al agua, sigo pensando que es una alternativa low cost a tener muy en cuenta. El aplicador es pequeño, práctico, peina bien las pestañas, el rizo de estas dura toda la jornada y no caen residuos. Quizá cuesta un poco desmaquillar pero ¿qué más queremos?
– The colossal go! chaotic de Maybelline, tiene fragancia aunque no molesta y no me escuecen los ojos, pero el efecto que da de pestañas agrupadas no es lo que busco. Es una de esas modas que se ponen de vez en cuando con las que no comulgo, la probé pero no es para mi.
– 24 ore absolute volume de Debora Milano, una máscara divertida de color azul perfecta para los maquillajes frescos de verano si queremos dar un toque divertido. Durante la adolescencia utilizaba muchísimo máscaras azules y una bronce, ahora prefiero las negras pero esta dejaba un efecto bonito y divertido, aunque para que el color se notara bastante había que insistir la duración y como se comportaba la fórmula estaba muy bien.
– Big multiplied de Avon. No entro en detalle, normalmente las máscaras de Avon me gustan, sin ser nada del otro mundo, pero me da rabia que se sequen tan rápido (por norma general les marcan una vida útil de tres meses cuando en la mayoría es de seis).
– The falsies push up drama de Maybelline, me gusta mucho más la versión “angel” porque logramos definir las pestañas en la punta y da un efecto de mirada más amplia. No es mala máscara pero prefiero otras de la marca.
– Maxi volumen de Delipllus, aunque tiene tantísimas seguidores para mi fue un quiero y no puedo en toda regla, no conseguí hacerme ni con el aplicador ni con la fórmula y utilizarla era un auténtico suplicio. Así que aunque es tan económica no me compensa.
– False lash marioposa de L’oreal, tenía bastantes espectativas con ella y las cumplió todas, el aplicador permite peinar las pestañas perfectamente y se consigue ese efecto de “pestañacas” que me gusta.
– Wake me up wonder’full de Rimmel London, por el momento es la máscara de Rimmel que más me ha gustado. Nuevamente un efecto de pestañas marcadas y buena duración del producto, toda la jornada sin problemas.
– Otras cuatro máscaras de pestañas, os hablé de ellas en una misma entrada y no voy a repetir demasiado. Resumo, creo que es una de las mayores decepciones que me he llevado por la buena fama que tiene pero la de Benefit me dejaba residuo en la zona de la ojera con el paso de las horas y en una de ese precio lo veo imperdonable. En cambio me sorprendieron para bien la de Hean y la de Kiko, aunque el cepillo de la de Kiko no es muy cómodo. La de Avon ni frío ni calor: They’re real de Benefit, Wide awave de Avon, XXL big lashes de Hean en la versión waterproof y Extra sculp de Kiko, también waterproof.
– Compactos silk edition de Bourjois, de verdad que me he planteado reponerlos pero el alma de probadora me ha llevado por otros derroteros. Tanto para sellar la base de maquillaje como para usar sobre la piel sin más, el efecto que conseguía de piel bonita me gustaba y sigue siendo una de las alternativas económicas que recomiendo.
– Dúo de cejas de Etre Belle, creo que fue el primer producto de este tipo que utilicé, venía una sombra de marrón bastante oscuro y una cera para fijar. Después descubrí los fijadores en gel, con y sin color, los lápices y otras sombras que eran más mi tono y lo dejé olvidado.
– Gel eyeliner de Essence en el tono 03 Berlin rocks, como delineador lo encontraba excesivamente cremoso, no era cómodo de trabajar porque en cuanto el producto entraba en contacto con las pestañas las apegotonaba y el trazo no tenía buena cobertura, pero como sombra en crema estaba bastante bien. Aunque tampoco es que lo utilizara demasiado y se terminó por secar.
– Master ink de Maybelline, tono satin. El delineador en su versión mate me ha durado muchísimo más, la fórmula de este es como si se hubiera vuelto más líquida y no tiene la cobertura que al principio, así que lo he retirado. Igualmente el aplicador de fieltro es firme y permite bastante precisión en el trazo.
– Fijador de cejas de Catrice, económico y perfecto si vas con prisas porque aporta una chispa de color. Ya he utilizado varios envases, aunque no descarto repetir también me gustaría probar otros puesto que cada vez son más marcas las que lanzan productos de este tipo.
– BB cream de Institut Arnaud, ahora que he probado la bb cream de Misha veo que las asiáticas son otro mundo y esta pasa un poco sin pena ni gloria. La veo bastante normalita aunque no quedaba fea en la aplicación.
– Delineadores de Born pretty store, si, yo también he picado con cosas que ahora mismo no compraría pero a mi favor diré que se trató de una colaboración y que los envases “monosos” ganaron mi corazoncito. Jamás los utilicé para delinear porque el olor de la fórmula me tiraba para atrás, pero ese aplicador era perfecto para hacer puntitos adornando el rabillo del delineado.
– Gel eyeliner de Rimmel, una auténtica reliquia que tenía olvidada en uno de los cajones de la malm. Uno de los primeros en lanzar el formato de tarrito con pincel aplicador y con el que me animé a utilizar delineadores en crema, practiqué muchísimo para hacer rabillos y recuerdo que la duración no estaba nada mal aunque había que repasar algunos trazos si queríamos que quedara bien marcado.
– Sombra de ojos de Yesensy, en formato jumbo y de un color blanco perlado. Otra reliquia que andaba por los cajones y que creo que usé como mucho dos veces. El caso es que tenía un olor como a plastilina desde el principio y no me inspiraba confianza utilizarlo. De esas compras que haces un día de enajenación mental y terminan muertas de risa.
– Lip primer & plumper de Elf, otro de mis chascos con esta marca, el primer quedaba muy claro y me borraba el labio, cuando aplicabas encima un labial cambiaba completamente el color y no me gustaba el efecto. La parte del bálsamo si podía merecer la pena, olía a canela pero tenía cierto punto picante al aplicarlo que me hizo desterrarlo. Creo que hace mucho tiempo escarmenté de fiarme de las “fiebres” por marcas y en parte la culpa la tiene Elf y el montón de decepciones que me acarreó.
– Heliocare color compacto protector solar con Spf50, con este formato siempre he tenido un quiero y no puedo, bien porque los tonos que lanzan son limitados y o es excesivamente blanco o te vuelves mulata para utilizarlo (y soy bastante morena de piel), o porque me sacan excesivos brillos. En este caso es un buen producto pero el tono me quedaba demasiado oscuro y no pude terminar de sacarle partido más allá de los meses de verano en que estoy más morena.
– Perfect refining foundation de Shiseido, mi tono el I40. Fue todo un descubrimiento esta base, me gustó muchísimo y la habéis visto hasta la saciedad, pero ahora mismo no me plantearía repetir porque me gusta más la double wear light de Estee Lauder, por ejemplo.
– Maquillaje fluido de Zao Makeup, la duración estaba bastante bien pero el tono era demasiado rosado para mi, así que aunque lo usé unas cuantas veces mezclándolo reconozco que no le saqué todo el partido que debía. Quizá, en el fondo, es una de las cosas que menos me ha llamado la atención de la marca porque de las sombras sigo pensando muchas cosas buenas, por ejemplo.
– CC cream 123 perfect de Bourjois, con esta tengo una espinita porque no era mi tono exacto y siempre la utilicé mezclada con otras bases. Mezclada me gustaba, dejaba un efecto de piel bonita.
– BB cream soleil 8 en 1 de Bourjois, lo “soleil” de esta marca es bastante subido y en este caso lo mezclaba normalmente con la base Photo finish de Catrice o similares. Es una especie de tinte, no es tan denso como una base, me iba a cundir siete vidas pero después de bastante tiempo abierto y estando a menos de la mitad decidí que hasta aquí llegó nuestra relación.
– HD studio foundation de NYX, el tono en verano me quedaba bastante bien, era cómoda de llevar y no me daba problema. El efecto de piel bonita era notable y por su culpa tengo ganas de probar el corrector de la misma gama.
– Rouge edition velvet de Bourjois en el tono 08 Grande cru, durante su existencia fue un gran favorito por la pigmentación, el tono y la buena duración. Tanto como labial como perfilador para colores similares, pero de tanto uso (imagino que de entrar aire cada vez que lo aplicaba) se terminó secando. Ahora mismo no repetiría porque hay en el mercado infinidad de tintes más ligeros.
– Eyeliner luxe de Avon, de esta gama creo que es el producto que más marece la pena, el pincel de fieltro era bastante firme y el líquido perfecto, nos daba precisión, un buen acabado y una duración decente, a parte que se desmaquillaba bien. Aunque era una edición limitada se que de vez en cuando aparece en los catálogos y sale económico.
– Eyeliner look expert de Beter, en tono negro intenso. Formato rotulador con la punta bastante firme y fina, era cómodo de trabajar y daba un resultado bastante intenso.
– Lápiz kajal de Stila en el tono topaz, aquí nada más me entenderán las veteranas. ¿Alguna más picó con este lápiz de color carne para la línea del agua? Ahora hay muchas alternativas pero por aquel entonces eran demasiado limitadas. Me dejé llevar por las recomendaciones de una youtuber de renombre y pedí on line el lápiz porque parecía ser una maravilla. Para mi gusto demasiado cremoso, se acumulaba en las pestañas nada más aplicarlo y al ser un tono claro el efecto era feo. Además con el tiempo cambió su olor. Es una de las cosas que más pena me ha dado tirar porque estaba prácticamente entero. Así aprendí la moraleja de desconfiar de alguna gente.
– Long lasting nº 16 de Kiko, un tono morado que me entró por los ojos pero que no quedaba tan intenso como esperaba. La verdad que también me arrepiento de haberlo comprado porque no lo utilicé demasiado, su olor cambió y he tenido que tirarlo. Me gusta mucho este formato de Kiko pero si volviera para atrás nada más compraría tonos muy ponibles.
– Corrector Ainhoa passion, el contacto más satisfactorio con un corrector de formato pincel, tenía cierto punto anaranjado que hacía que mi ojera se neutralizara un poco. Era cómodo de integrar y tenía una duración bastante buena. No es una marca que se encuentre fácilmente y tampoco se que precio tiene, si fuera más o menos correcto no me importaría repetir (aunque ahora me encanta el Fit me de Maybelline).
– Eyeliner fat de Eyeko, creo que venía en alguna caja de suscripción y tiene una punta tan gruesa que no es nada práctico. Le he dado alguna oportunidad pero tengo que tener demasiado cuidado de no arruinar el maquillaje, así que se va a la basura.
– Lápiz de cejas de Catrice, ya tengo otro en uso porque me gusta mucho y he repetido varias veces. Hay quien se queja de que la mina es excesivamente dura, a mi me funciona, aunque de que termine el que tengo (ya a medias) me gustaría probar otras alternativas.
– Reparador expres concentrado de Herbal Hispania (cuatro ampollas), en general esta línea me pareció muy buena, alguna cosa la utilicé yo y la mayoría mi madre, que estaba muy contenta. Las ampollas reparadoras dejaban el cabello muy suave.
– Acondicionador de Kms California (color vitality), venía en una caja por suscripción y la crema tenía un peculiar color morado de textura densa, el aroma era agradable y perduraba, con él se desenredaba mejor el cabello pero la composición tampoco era nada del otro mundo.
– Crema acondicionadora antiedad de Clearé institute con proteínas de baobab, llama la atención que promete reducir la edad del cabello (¿eso se puede?). El resultado era el de pelo brillante, suave y bien desenredado, además tenía un porcentaje altísimo de ingredientes naturales, me gustó pero la marca no se encuentra fácilmente y no me planteo repetir.
– Crema para el cabello de Kinessences oil, no lleva parabenos y no es necesario aclarar. Diría que me gusta más el aceite de la marca aunque la crema define bastante bien las ondas. El “pero” es que no conseguía dar con la cantidad adecuada de aplicación, si ponía poco mi pelo salvaje iba bastante a su aire y si ponía en exceso se me ensuciaba pronto. Al final lo terminé usando como mascarilla prelavado.
– Exfoliante facial mint julet scrub de Queen Helene, es el que suele utilizar mi chico porque rasca como le gusta y el resultado de rostro suave es notable. A mi no me desagrada pero prefiero otros. Repite una y otra vez, se compra en iHerb.
– Crema para pies de Flor de olivo con aceite de olivo y aloe vera, venía en una caja de suscripción, era natural y dejaba los pies suavísimos, tenía un listado de ingredientes bastante interesante y respetuoso.
– Máscara de pestañas lash sensational de Maybelline en la versión waterproof, creo que tanto la versión normal como la resistente al agua es la máscara de la marca que más me gusta, define bien las pestañas y da volumen, la duración es aceptable, no me molesta en los ojos y se desmaquilla bastante bien sin dejar residuos con el paso de las horas.
– Máscara de pestañas Grandiose de Lancôme, también me gustó, el peculiar aplicar que tiene de “cuello de cisne” facilita las cosas y marca tanto como me gusta, aunque cara creo que compensan los resultados, igualmente no me plantearía repetir ahora mismo (me pasaba igual con la diowshow iconic overcurl).
– Beter express uñas: fortalecedor, quitacutículas y aceite de proteínas. Ahora mismo nada más me plantearía repetir con el aceite aunque para eso prefiero los aceites normales. Son alternativas prácticas porque al ir en formato boli las puedes meter hasta en el bolso y utilizar en cualquier parte, pero prefiero otras cosas (aunque sean para casa).
– No voy a entrar en demasiado detalle sobre la crema de manos de Eucerin ph5, es un clásico, funciona bien porque repara y calma las manos cuando hace frío. Y me llevé una sorpresa grata con Reve de miel de Nuxe, tiene unos ingredientes bastante buenos, un olor agradable y dejaba las manos muy suaves sin ser pesada.
– Otra crema de manos, Arual crema plus, lo que más destaco es que también ayudaba a que no aparecieran manchas en las manos, algo que sucede con el paso de los años. El aroma era peculiar pero me terminé acostumbrando a ella y cumplía su función.
– Y otra más, hidratante de rosa mosqueda y argán de Natural Carol, después de mucho tiempo sigo recordándola con cierto cariño porque nunca había encontrado una crema de manos que me funcionara tan bien. Si no la he repuesto es por la imposibilidad de comprarla en alguna tienda física y que on line tiene venta bastante limitada. Una pena porque trae bastante cantidad y no es cara.
Esmaltes de uñas
La cantidad de esmaltes que dormían en un cajón era tal que me daba vergüenza pensar en contarlos, también que no me da la vida para pintarme de tantos colores las uñas como me gustaría. Así que entre finales del verano pasado y navidades decidí quedarme nada más con los que más me gustaban o llamaban la atención, desterrando así muchos tonos para familiares y todos los que estaban en mal estado a la basura. De los que tiré nada más os enseñaré parte, los que destacan por algo. Si alguien tiene curiosidad, me quedaría como con la tercera parte de lo que tenía y aun así son demasiados.
– Esmaltes de uñas varios que compré hace siglos en ebay para nail art, a medias con mi cuñada porque era un pack bastante grande. Cuando digo hace siglos es en los inicios del blog, me picó el gusanillo viendo las maravillas que hacían muchas chicas con los pinceles finos y me arrepiento bastante. De cobertura la mayoría flojeaban, los de purpurina al menos tenían ese toque divertido, pero se secaron bastante rápido o se separaban los componentes siendo imposible revivirlos. Así que decicí hacer hueco. No los recomendaría.
– Esmaltes blanco de Yes love, con lo económico que fue y el partido que le he sacado. Empezó siento un esmalte blanco como otros que utilizaba como base clara para dibujar encima, pero se me ocurrió dejarlo espesar para estampar con él y funcionaba a las mil maravillas. Ya estaba en mal estado el pobre, demasiado duró para lo barato que era.
– Astor ultra diamond tono 15, este aparece porque tiene valor sentimental, fue el primer rojizo-granate que compré, me lancé con Astor porque era una marca de siempre que me inspiraba confianza y no me defraudó. Por aquel entonces era de los que más rápido secaban y con dos capas la duración era bastante buena. Jamás me tiñó la uña pese a ser un tono potente y lo retiré porque el pobre ya se había secado. Vivió una vida plena.
– Smoky brown de Elf, creo que fue el primer tono en plan topo que tuve y lo usé muchísimo, aunque después descubrí otras marcas que me facilitaban más la aplicación y el secado, así que quedó en segundo (o tercer) plano hasta que se secó. El aplicador dejaba bastantes marcas en cada pasada.
– Cioccolatto metal de Bottega Verde, creo que fue la marca con la que hice mis primeras compras por internet y se convirtió en un auténtico vicio. Tenían ofertas super interesantes, todo me llamaba la atención, estaba más perdida que nadie en el mundillo beauty pero quería hacer mis pinitos, y este esmalte de tono chocolate tan pequeño tenía que ser perfecto. Desde el principio la textura fue algo densa pero para mi sorpresa se aplicaba bien, aunque era desesperante lo que tardaba en secar.
– Colorama de Maybelline, tono 04 y 05, creo que fueron de mis primeros esmaltes así que no se deciros la cantidad de años que tienen. Los reviví en más de una ocasión pero decidí que ya era hora de retirarlos. Cumplian bastante bien su función pero al descubrir otras marcas, tal y como me pasó con Elf, esta gama pasó al olvido.
– Essence colour & go 03 Shinning star, creo que fue el primer esmalte que tuve de la marca, ponible a la par que fiestero. Lo utilicé muchísimo pero también se ha secado.
– NYC 306, un tono azul con reflejos morados que era impresionante, con dos capas se obtenía una cobertura completa y de duración no estaba nada mal. Lo único que había que tener cuidado porque era tan intenso que podía teñir la uña. También se secó, tenía demasiado tiempo.
– H&M el tono blanco de uno de esos Kits que vendían (no se si aun lo hacen), me resultó muy práctico para dibujar y para estampar pero se secó cuando iba por la mitad.
– Endurecedor y base vitaminada de Deliplus, con ambos no he notado nada, al final los utilizaba para hacer manualidades hasta que han espesado tanto que los he tirado. Aunque son baratos creo que no merecen la pena.
– Esmaltes de CND, me ha dolido bastante porque ambos tonos me gustaban mucho y los he usado un montón de veces, pero se han secado de tal manera que el aplicador se ha puesto duro y era imposible revivirlos con un diluyente. Eran el tono 573 Veronica y 559 gold sparkle, con el precio que tienen me he sentido decepcionada porque con esmaltes mucho más económicos no me ha pasado. Los que aun tengo en buen estado están en “cuarentena” y al mínimo cambio los destierro. Igual que los top coat de la marca me gustan mucho con los esmaltes no me plantearía invertir ahora mismo.
– Craqueladores de Claire’s, tono negro y rojo. Fueron los primeros que tuve de este tipo en plena fiebre, los utilicé bastante pero cuando pasó el “boom” se quedaron olvidados en el cajón hasta que he decidido hacer “barrido”.
– Craquelador de Kiko, lo compré en promoción, secaba tan mal que el efecto sobre las uñas era feo, como gomoso. Lo usé nada más una vez.
– Craquelador de Born pretty store, funcionaba correctamente, de todos los que os comento es el que tenía la fórmula más ligera, pero ha pasado demasiado tiempo y se había secado.
Fragrancias
Tengo tantas que solía picotear de unas u otras dependiendo del estado de ánimo, de la época del año o de lo que me apeteciera. Pero de un tiempo a esta parte me he puesto seria con el asunto y me he propuesto terminar muchas de las que tenía empezadas, así que vais a ver unas cuantas más las que estén por llegar.
– Bourjois glamour lovely, me gustaba más esta versión que la azul aunque tampoco tanto como para repetir con ella.
– Eau des jardins de Clarins, la primera toma de contacto que he tenido con las fragancias de Clarins y ha sido muy positiva, inspira alegría, bienestar, no me importaría repetir o probar otras versiones.
– Frutos rojos de Boles d’olor, se trata de un ambientador para el hogar, aunque he probado otras fragancias la de frutos rojos es la que más me carga de energía y buen rollo, así que de vez en cuando me gusta pulverizar con ella la casa. Repito una y otra vez aunque es la primera vez que aparece en la sección.
– Orígenes, la versión de hombre y la de mujer. Me agradó poder probar estas dos fragancias inspiradas en Soria, me ha parecido muy curiosa la iniciativa y el aroma era agradable.
– Taï & Jon de Té verde, me la regaló Mareas, ya he utilizado algún aroma más de esta marca y no está nada mal. Esta en particular es muy fresca y suave, las fragancias de té verde por lo general me gustan.
– Seducción de Yodeyma, ¡me encanta! es una fragancia muy similar a Chloe pero la diferencia de precio es importante. Aun guardo como oro en paño otra minitalla pero más adelante no descartaría comprar el formato grande, igual que me sucede con otras de la marca.
– Agua de lilas de Bottega Verde, es un aroma que dejé algo olvidado hasta que un día lo redescubrí y lo hice mío. Huele a lilas de verdad y eso es tan complicado a veces cuando se trata de fragancias florales… no me importaría repetir pero no tengo la marca a mano.
– Sexy rose de Yodeyma, similar a 212 de Carolina Herrera, me sucede igual, por lo general lo que he utilizado de Yodeyma me gusta, tiene un precio más económico que la mayoría de perfumes, la duración es buena y esas inspiraciones a mi me dan la vida.
– Larome 44K, muy similar a The One de Dolce & Gabana, una auténtica delicia. Estoy en la misma situación que con la marca anterior, no soy de invertir demasiado en fragancias así que estas me parecen una buena alternativa.
– Hugo boss Woman, siempre me había gustado la de chico y hasta que no tuve en mi poder la de chicas no entendí su fama. Es un aroma con personalidad que se amoldó a mi y cuando lo terminé lo extrañaba, además tenía una duración buenísima con pocas pulverizaciones.
– Vainilla de Yves Rocher, la mítica. Poco creo que pueda añadir porque o la amas o la odias. A mi me gusta mucho y he gastado más envases de ella. Ahora mismo no me plantearía repetir pero porque hace tiempo que no compro la marca, el aroma a vainilla es bastante intenso y hay personas a las que les puede parecer pesada.
– Glam de Pacha Ibiza.
– Rose de vigne de Caudalie, a rosas, pero rosas ricas. Tengo la espinita de probar otras de la marca algún día, sobre todo la que huele como el aceite (a maravillas de los dioses por lo menos).
Pongo el broche final a la entrada de hoy, casi, casi al día con este tipo de entradas puesto que en la bolsa de terminados ya tengo alguna que otra cosa esperando la siguiente tanda.
¿Coincidimos en algo?